Se ha alcanzado un acuerdo preliminar en una demanda que acusaba a James Franco de intimidar a alumnas en una escuela de cine e interpretación que fundó para obtener situaciones sexuales gratuitas y que se aprovechaban de las estudiantes, según anunciaron el sábado abogados de las demandantes.
Ambas partes remitieron un documento conjunto de situación a la Corte Superior de Los Ángeles indicando a un juez que se había alcanzado un acuerdo en la demanda colectiva presentada por exalumnas en la escuela ya cerrada, Studio 4, aunque algunos aspectos de la demanda podrían mantenerse.
El documento se presentó el 11 de febrero, aunque no se había informado antes del pacto.
«Contexto de tipo orgía»
Las actrices y exalumnas Sarah Tither-Kaplan y Toni Gaal, que iniciaron el proceso en 2019, han acordado retirar sus acusaciones particulares, según el documento. Su demanda alegaba que Franco presionó a sus alumnas para que interpretaran escenas sexuales cada vez más explícitas ante la cámara en un «contexto de tipo orgía» que iba mucho más allá de lo aceptable en rodajes de Hollywood.
Afirmaba que Franco «intentaba crear una fuente de mujeres jóvenes sometidas a su explotación sexual y profesional en nombre de la educación» y que se hizo creer a las alumnas que habría papeles disponibles en las películas de Franco para las que aceptaran sus términos.
La demanda indicaba que los incidentes habían ocurrido en una clase magistral sobre escenas de sexo impartida por Franco en Studio 4, que abrió en 2014 y cerró en 2017.
Ambas partes negociaron un acuerdo durante meses, y el proceso judicial estaba en pausa mientras continuaba el diálogo.
Los abogados de las demandantes, de la firma Valli Kane & Vagnini, LLP, confirmaron a The Associated Press en un comunicado el sábado por la noche que se había producido un acuerdo. Los correos enviados fuera del horario de oficina a los abogados de la defensa no recibieron respuesta en un primer momento.
Demandantes «buscan atención»
En un documento judicial anterior, los abogados de Franco elogiaron el movimiento #MeToo que ayudó a inspirar la demanda, aunque tacharon sus alegaciones de «falsas y sensacionalistas, sin base legal y presentadas como demanda colectiva con el objetivo evidente de acaparar toda la publicidad posible para unas demandantes que buscan atención».
Señalaron que Tither-Kaplan había expresado en el pasado su agradecimiento por la oportunidad de trabajar con Franco.
Las acusaciones de explotación sexual de otras demandantes en el proceso serán desestimadas sin prejuicio, lo que implica que pueden volver a presentarse fuera de la demanda colectiva, indicó el reporte conjunto.
El documento no revelaba cuánto dinero podría haber incluido en el acuerdo.
En una entrevista en «The Late Show with Stephen Colbert» tras la presentación de la demanda en 2018, Franco dijo que las acusaciones en su contra eran inexactas, aunque añadió: «Si he hecho algo mal, lo arreglaré. Debo hacerlo».
Franco, de 42 años, conocido principalmente por protagonizar comedias con Seth Rogen, ha mantenido un perfil discreto en general desde que surgieron las acusaciones en lo que era un periodo muy productivo para el actor, que culminó con la premiada «The Disaster Artist».