Christopher Von Uckermann tiene una percepción particular sobre la pandemia e incluso de la cuarentena que ha marcado gran parte de 2020. Porque quien saltó a la fama gracias al fenómeno musical RBD y el programa televisivo «Rebelde», ve este período de un modo altamente positivo.
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«Ha sido maravilloso, han sido meses de abrir los ojos a muchas cosas en mi vida y me siento bendecido con estos tiempos que han pasado. Con muchas lecciones», dice vía Zoom. Si bien Von Uckermann no desconoce el dolor de quienes han perdido a seres queridos, agradece el tener tiempo para concretar proyectos como subir su música a plataformas digitales y también el concierto virtual «Ser o Parecer» -un guiño a uno de sus éxitos-, una especie de tributo a RBD.
El evento lo tendrá sobre el escenario junto a sus compañeros Anahi, Maite Perroni y Christian Chávez el 26 de diciembre. En tanto, Dulce María está embarazada y Alfonso Herrera, quien tiene una exitosa carrera actoral, declinó participar. Aún así, el cantante asegura que «las puertas están abiertas»
El show
Von Uckermann explica que los ensayos para el concierto «han sido un reto, por no poder sentarnos frente a frente para armar el show» y, por eso, no van a tener coreografías como las de la década pasada. Eso sí, explica que será un show más honesto y donde han podido participar muchísimo más.
Sobre el evento que se realizará vía streaming, adelanta: «No es solamente un ejercicio de nostalgia. La nostalgia es la base y de ahí partimos. Estoy muy metido en el proceso creativo junto a mi equipo y estamos preparando este show para que en arreglos sea algo mucho más innovador. Son arreglos más arriesgados y más elegantes en muchos sentidos a lo que tenían antes», explica sobre lo que mostrarán en el espectáculo con el cual llegarán a seguidores de 20 países y donde esperan reunir a dos generaciones.
«Va a tener una gran orquesta y la tecnología virtual de la compañía Unreal», cuenta sobre el evento cuyas entradas se pueden conseguir en Seroparecer.world, tienen un valor de 25 dólares y se pueden pagar con tarjeta de crédito o a través de ServiPag, Sencillito y Multicaja.
Para Von Uckermann hay algo más que lo tiene muy satisfecho del proceso: «Tal vez en el pasado no teníamos tiempo de poder disfrutar lo que es el grupo porque, como todo fenómeno, no te permite ver lo que está ocurriendo. Pero ahora, con esta madurez, decir ‘esto es lo que quiero, voy a prepararlo con tiempo’ es otra perspectiva completa».