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María Paz Grandjean tras recibir un impacto de balín en el rostro: “Lo que quiero es justicia y saber quién me disparó, con qué y por qué”

El viernes 18 de octubre, la actriz María Paz Grandjean recibió un impacto de balín disparado por efectivos de Fuerzas Especiales.

El viernes 18 de octubre, la actriz María Paz Grandjean recibió un impacto de balín disparado por efectivos de Fuerzas Especiales. La intérprete recordada por su participación en la teleserie «Papi Ricky», de Canal 13, fue herida en su rostro cuando salía del Centro Cultural Gabriela Mistral (GAM), en donde realiza la obra Pérgola de las Flores.

En ese momento, la información fue compartida por actores y actrices chilenos. A través de redes sociales, relataron que Grandjean se encontró de frente con una manifestación en Plaza Italia y recibió el disparo que desfiguró su rostro. El comunicado de la Red de Actrices Chilenas (Rach), detalló que «el disparo rompió, quemó y desfiguró su cara, dejando visiblemente afectado su rostro, imposibilitando su trabajo. Afortunadamente, no le produjo un daño permanente».

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Después de tres semanas, la actriz mostró cómo avanza su recuperación. En entrevista con Culto de La Tercera, habló de lo que sucedió ese día. Mientras caminaba por fuera del centro cultural, vio a Carabineros y un «guanaco». Estaban tirándole agua a las personas que estaban caminando junto a ella. «Vi que dos escolares eran golpeados por Carabineros, y muchos los defendimos. Me moví para ver mejor, crucé la calle Ramón Corvalán y me quedé en la esquina con Alameda», relató.

En ese momento, se acuerda que un uniformado o uniformada encubierto la estaba apuntando. «Lo vi apuntándome a la cabeza, de frente. Ya habían disparado bombas lacrimógenas, no pensé que iba a disparar algo más (…) Ladeé la cabeza para verle la cara, y ahí sentí el impacto en mi rostro. Vi cuando me disparó, y creo que quiso dispararme a la boca o al ojo derecho, pero como alcancé a correrme no entró, sino que me quemó y alcanzó a rozarme la mejilla. Pero me agarré la mandíbula y noté que estaba deforme, y botando sangre por afuera y dentro de la boca. Quedé paralizada», dijo.

Las personas que estaban ahí la ayudaron. Al rato, se vio al espejo y supo lo grave que era. Una amiga la llevó al Sapu de Ñuñoa. «Me atendieron rápido aunque muy precariamente -revela-: ‘¿Tiene el ojo derecho?’, ‘verifique con su lengua si tiene todos los dientes’, me decían. Yo ni siquiera podía abrir la boca. Tampoco me sacaron un balín ni nada», asegura.

La recuperación de María Paz

«El médico dijo que lo que me habían disparado no entró. Solo me había rozado, pero ahí surgió la duda de con qué me habían disparado. Yo dije un balín porque eso me dijeron en la calle, pero algunos médicos, incluido mi hermano, que es cirujano infantil, piensan que por la expansión de la herida se trató de una bala», agregó.

María Paz dice que su recuperación avanza lentamente. Al séptimo día se pudo poner de pie. «Quedé con una fractura en la mandíbula y me tomó el ojo. No pude abrirlo en varios días. Hasta hoy tengo también un quiste grande en la cara, que sigue deforme. Lo peor fue salir de la posta y ver que había muchos cabros jóvenes heridos como yo. Eso me dolió muchísimo», señaló.

María Paz fue enfática en decir que quiere justicia. «Yo soy hija de la dictadura, y antes, después de las marchas, venía lo que mi papá llama “el silencio de la muerte”, porque mataban gente. La historia ha vuelto a repetirse, pero ya no pueden ocultarla. Lo que pido es justicia y saber quién me disparó, con qué y por qué, ni siquiera una sentencia. Necesito saber la verdad», concluyó.

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