La ardua lucha de Javiera Suárez llegó a su fin. Este miércoles, y tras casi tres años viviendo con cáncer, la periodista falleció en la Clínica Alemana.
La joven de 36 años de edad ingresó a recinto hospitalario el lunes, producto de su grave condición de salud y este miércoles a las 15:30 horas su vida se apagó. Así lo confirmó un comunicado de la Clínica Alemana, emitido una hora después de su partida.
La lucha de Javiera Suárez
Fue un duro diagnóstico. No solo por lo desalentador de su pronóstico, sino que también por el momento personal que estaba viviendo la periodista. En marzo de 2016, y mientras vivía su primer embarazo, Javiera Suárez tuvo que enfrentar un fuerte golpe al conocer que los médicos habían descubierto que padecía de cáncer.
La esperanza de vida era muy baja, pero la periodista, contra todo pronóstico, emprendió una valiente lucha. Una que tuvo su primera victoria con la llegada de su hijo Pedro Milagros, quien nació sano y se convirtió en el motor de su lucha.
Siempre acompañada por su marido Cristián Arriagada, Suárez hizo público todo su tratamiento. A través de sus redes sociales, iba dando a conocer a sus seguidores cada mejora, avance y nuevo tratamiento al que se sometía. Siempre con esperanza. De esta manera, fue construyendo un vínculo tanto con sus amigos cercanos como aquellos anónimos que veían en ella un ejemplo. Cada acción de la periodista generaba un fuerte impacto en los medios, que también empezaron a mostrar su lucha.
Javiera Suárez dio sus primeros pasos en televisión en el año 2008, como notera del matinal “Juntos” de Canal 13. Posteriormente arribó a Chilevisión, para luego pasar por La Red y Mega. En 2014 fue parte del canal Zona Latina, oficiando como conductora del espacio “No eres tú, soy yo”. Por ello, no era extraño que la audiencia no la reconociera fácilmente. Su escenario era totalmente distinto a, por ejemplo, lo que vivió Ricarte Soto, cuya trayectoria era mayor en televisión y su caso movilizó a la sociedad y terminó por impulsar una ley con su nombre, que creó un sistema de protección financiera para diagnósticos y tratamientos de alto costo de algunas enfermedades oncológicas, inmunológicas, raras o poco frecuentes.
Pero con cada buena noticia y cada nuevo diagnóstico, Suárez se fue convirtiendo en un figura de esperanza. Y así lo entendieron los distintos actores de la industria del espectáculo. Una compañía de retail la sumó como rostro publicitario, lo que se convirtió en un potente mensaje y un hito en la publicidad. La televisión también se cuadró con ella, siendo el gesto más visible y emocionante, su desfile por la alfombra roja del Festival de Viña del Mar, junto a su marido, en el año 2018.
En mayo en de ese mismo año, Suárez publicó un libro llamado «Liveat: Recetas y consejos para alimentar tu vida», en el que compartía como había cambiado su hábitos de alimentación para enfrentar su cáncer.
Pero fue a comienzos de este 2019 que la periodista tuvo su aparición pública más potente. Entrevistada por uno de sus amigos más cercanos, Jose Miguel Viñuela, Javiera Suárez conmovió a todos dando un íntimo testimonio, que la llevó a romper en llanto. En la conversación que fue emitida por el matinal «Mucho Gusto», la joven de 36 años habló sobre la relación con su esposo desde que fue diagnosticada de cáncer. “Hemos pasado por altos y bajos. Esta cuestión de que tu señora sea una persona enferma… Yo no me veo así y no me siento así, pero, obviamente, yo creo que cuando la gente habla de mi historia, piensa en Cristián y dice ‘pobre, su señora que está enferma’, y en verdad sí. Que lata para él también. Me da lata por Cristián”, dijo con emoción.
Una vida que se apagó la tarde de este miércoles y que dejó un historia llena de esperanza que muchos reconocen en un particular rezo que realizaba Suárez: «Ruego a los ángeles y a los arcángeles por mi sanación completa y definitiva del cáncer para la próxima resonancia o pet que me haga salga remisión completa del cáncer. Ruego por la buena salud de mi hijo y mi marido durante todos sus días. Ruego por una vida larga y morir después de mis 80 años, junto a Cristián y así poder gozar y ver crecer a nuestros tres hijos».