Dino Gordillo tiene una tradición. Cada vez que le ha tocado presentarse en el Festival de Viña del Mar, el comediante se toma un café en la cafetería Samoiedo. Pero en esta oportunidad, el humorista se llevó más que un grato sabor tostado en su boca. Según relata a Publimetro, “pasó algo lindo”. Gordillo cuenta que cerca de doscientas personas, toda gente adulta, lo paraban y le decían “que rico que estés en Viña”, “echamos de menos su humor”, “nosotros también tenemos derecho a verlo”. “Entonces, ahí dije: ‘Estoy bien’. Me da tranquilidad”, dice.
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Un ritual que no se volverá a repetir, ya que el humorista decidió que su show de hoy, será el último que realizará en la Quinta Vergara. Por ello, decidió traer a toda su familia para que lo acompañe en este show especial, que cae justo en el día de su cumpleaños. “Ya van siete años. Hay que darle opción a los demás. No quiero que otro humorista me diga que fui todos los años y que no le dieron oportunidad a los jóvenes. Porque a mí me pasó”, dice Dino Gordillo, destacando que tiene el récord de haberse presentado cinco veces seguida en el Festival de Viña.
Sentado en una mesa cerca de la piscina del Hotel Sheraton Miramar, Dino Gordillo pide cigarros, enciende uno, pero lo deja consumirse mientras conversa. Se ve tranquilo, pero minutos antes tuvo una complicada conferencia de prensa. El humorista discutió con un periodista de un matinal. “Fui confrontacional con un chico que pregunta porque el año pasado estaba con el Festival y hablaban maravillas de los que venían. Eso es lo que me carga. El cinismo y la hipocresía. ¿Por qué no eres igual? La vida te da fruto cuando eres el mismo. Eso no va conmigo. No tengo esa crianza. Lo pase bien en la conferencia, a excepción de esa pregunta”, explica.
Se ha cuestionado mucho lo del humor. ¿Te da lata que se te pregunte una y otra vez esto?
Me río, compadre. Me río. A mí me interesa el público. Sé que es su trabajo buscar la cosa, pero a la edad que tengo no estoy para calentarme.
¿Por qué quedarse con un público y no apostar a renovarse?
No es mi forma. No es mi tipo de humor. Es como Lucho Navarro. Él quedó marcado con la imitación del tren y no lo podías sacar de eso. Es como el cantante de tango, no lo puedes sacar porque es lo que ha hecho toda la vida. Yo nunca he sido hiriente con alguien. Para mí, el humor no es herir a alguien.
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El humor siempre fue contado por hombres. Por eso tenemos grabado el personaje de la suegra. Pero hoy que las mujeres están contando su humor y sus historias…
¡Bien! Las mujeres que hace humor denigran al hombre. Lo dejan por allá abajo. Y nos reímos todos y yo me río también. Pero no por eso voy a hacer una agrupación y voy a salir a marchar… Los masculinistas. Las cabras tienen razón cuando cuentan historias de los maridos.
Pero si alguien me dice que deje de hacer esto porque se ve feo… ¿Te lo planteas o mueres con las botas puestas?
Muero con las botas puestas, porque yo sé que mi humor no hiere a nadie. El ejemplo para mí es Daniel Vilches.
¿Tienes visualizado el momento final de tu presentación?
No sé… Tengo miedo. Quiero que salga todo lindo. Está toda mi familia. Nunca habían venido todos. Quiero que terminemos bonito y que mi cumpleaños sea maravilloso.