El 31 de octubre de 2010 la cadena AMC emitió el primer episodio de «The Walking Dead», la serie basada en el cómic homónimo de Robert Kirkman y Tony Moore. En nuestro país se vio a través de Fox y marcó una tendencia que perdura hasta estos días: series basadas en cómics enfocadas en un público más adultos.
En la última década el contenido audiovisual, tanto películas como series de televisión, han estado enfocando sus esfuerzos en desarrollar historias y personajes más lejanos para el público familiar y mucho más radicales en sus comportamientos. Este ha sido el camino que ha explorado la TV, y que tiene a la alianza de Marvel con Netflix como uno de los grandes ejemplos de tramas con tintes más oscuros y adultos. En esta línea transitan «Daredevil», «Jessica Jones» o «The Punisher», serie que acaba de estrenar su segunda temporada en la plataforma de streaming.
Sebastián Winter, administrador de la tienda de cómics Shazam en el Portal Lyon de Providencia, atribuye gran parte de esta evolución estilística y temática a la trilogía sobre Batman que realizó Christopher Nolan entre el 2005 y el 2012. «Una de las primeras series que tomó estos elementos de Nolan y que hizo ruido fue ‘Green Arrow’ (Warner Channel). Y, para bien o para mal traslada el lenguaje de los cómics a la pantalla», explica.
«La idea de estas adaptaciones es alejar el cómic como un producto netamente infantil. Esto se ve en el tipo de historias que se cuentan», añade Winter, quien toma como ejemplo al reciente estreno de Warner Bros. (con distribución de Netflix) «Titans», basada en los cómics de «Los jóvenes titanes» y cuyo tono sombrío y violento queda claro desde sus primeros minutos. «La serie se aleja de todas las adaptaciones anteriores de los personajes, como la anterior animación ‘Teen Titans Go’, que era completamente infantil».
Series como «The end of the fucking world» o «Preacher», encajan en estas categorías. Se tata de historias basadas en cómics donde no existen lo «héroes», sino que más bien personajes atormentados o que están al borde de la barrera moral de lo correcto y lo incorrecto, además de siempre estar acompañados de altas dosis de humor negro.
En ese mismo sentido, una de las últimas adaptaciones que ha logrado hacer ruido es «Deadly Class», serie producida por los hermanos Russo y que fue estrenada el 17 de este mes por FX, que se trata directamente de una escuela de asesinos donde el derramamiento de sangre no se escatima. «Yo creo que es una reacción por parte del mundo a lo políticamente correcto. Creo que no nos hemos dado cuenta pero necesitamos un poco de anarquía», señala la columnista y crítica de espectáculos, Sol Márquez.
«En ‘Deadly Class’, por ejemplo, un profesor va y le pega a una alumna con un bastón. ¡A una mujer! Hay gente que se va a indignar con eso, pero hay que entender que esto funciona en una lógica específica. Es una escuela de asesinos… Y hay un tipo de público que necesita ver eso, algo políticamente incorrecto», concluye la voz del programa «Demente en serie» de radio Demente.
A ella se le suma el próximo estreno por Netflix de «The Umbrella Academy», serie que está basada en las novelas gráficas ganadoras del premio Eisner escritas por el ex vocalista de My Chemical Romance, Gerard Way, e ilustradas por Gabriel Bá. Un producción que cuenta con la participación de Ellen Page y que desde este 15 de febrero llevara a la televisión la historia de siete jóvenes adoptados por un empresario industrial multimillonario que decidió fundar un academia y prepararlos para que salven el mundo.