«¿Cuánto me extrañaron?», pregunta Robbie Williams a veinte minutos de iniciar su show y terminar de cantar «Monsoon». La respuesta es ensordecedora.
«Yeah, yo tambien», responde satisfecho el británico. A esa altura, el cantante ya había mostrado al público su entrepierna, su trasero (vestía una falda negra) y advirtió que el de los presentes serían de él.
Y con solo tres temas su aviso ya era una realidad. Las cerca de 13 mil personas que llegaron al Movistar Arena le siguieron cada uno de los juegos que «el gran entretenedor» les proponía. Incluso replicó, a su estilo, la dinámica de Freddy Mercury, que por estos días se puede ver recreada en los cines. «Me extrañaron, ¿cierto?», volvía a preguntar al pasearse por la pasarela dispuesta que atravesaba la cancha VIP.