La ficción construye identidad. Esa es la definición de Pablo Ávila a la hora de responder si las teleseries son el alma de un canal. “Es un poco que mires las que hicimos con Vicente (Sabatini) y Quena (Rencoret). Nos creíamos profundamente que éramos un aporte, pero lo destruyeron, no sé por qué”, explica a Publimetro el actual hombre fuerte de las producciones dramáticas que tienen Mega y Canal 13 en pantalla. Con una carrera de tres décadas en la industria de la televisión, la que inició en TVN, señal en la que estuvo 24 años desempeñándose como productor ejecutivo y gerente de producción y contenidos, siendo parte de 32 teleseries, entre las que destacan las exitosas “Iorana” (1998), “La fiera” (1990) y “Romané” (2000), hoy reescribe las reglas de la industria de la mano de Agtv Producciones.
Esta productora, que empezó en el año 2011, ha jugado un papel clave en el área dramática de Mega, produciendo ficciones como “Amanda” (2017) y, ahora, “Verdades ocultas”. Además, hace algunas semanas oficializó en pantalla su vínculo con Canal 13, tras estrenarse “Pacto de sangre”, ficción cuya idea general es suya. También lo es “La reina de Franklin”, la otra teleserie de la señal del grupo Luksic para el horario de las 20:00 horas. “El mayor valor que uno le agrega como productora independiente a un canal es que aporta con un producto, como una teleserie, con un 30 o 40 por ciento menos de lo que le costaría hacerlo adentro. Nosotros ajustamos el costo operacional de la empresa, pero la pantalla es sagrada. No bajo los costos. Si tengo que rehacer un set porque no me gustó, lo hago”, cuenta.
“Vemos la industria de una manera distinta. Los paradigmas que existían en los canales, cuando los productores creíamos que éramos dioses o que éramos capaces de hacer cualquier cosa al costo que fuera, no era real. Nosotros mismo que hicimos ‘La fiera’, ‘Iorana’ y ’Romané’ se habla de que eran productos muy costosos, pero la verdad que no. Lo que era costoso era el costo estándar, el costo operacional del canal. Desde el personal de aseo a los administrativos. Yo dije, quiero cobrar lo que vale realmente hacer las teleseries”, agrega.
Es por eso que decidió independizarse y apostar por costos operacionales bajos. “Se me termina un proyecto y me quedo con doce personas. No tengo más. Si me sale un proyecto, contrato a todo el resto bajo la ley de artistas y espectáculos. Tenemos contratos de trabajo a los actores y seguros de vida. Eso hace que actrices como Claudia Di Girolamo la invitas a un proyecto y se quiera venir contigo”, explica, haciendo referencia a la llegada de la ex TVN a Canal 13.
Una vez que se estrene “La reina de Franklin”, Ávila estará directamente vinculado con tres ficciones al aire en distintos horarios. “Estamos súper contentos con la confianza que nos ha dado la industria. Esto no lo hago solo. La garantía que tienes al ser el dueño de la empresa es que puedes trabajar con quien quieres trabajar. Tengo un liderazgo en el que soy un tipo cercano con la gente. Meto las patas al barro. Me gusta y apasiona lo que hago”, comenta sobre este posible escenario y deja en claro que no tiene la libertad de producir a otro canal en estos horarios, “pero podría producirle a otro a las 23:45 horas”.
Con seis proyectos más en carpeta, Pablo Ávila acaba de sumar a Agtv Producciones a Vicente Sabatini, con quien compartió los días de gloria de TVN y su área dramática.
En pantalla, ve como continúa el éxito de “Verdades ocultas” y su nuevo modelo de una teleserie sin fin, destacando el desafío de ser innovadores que asumió Mega y María Eugenia Rencoret, y como “Pacto de sangre” sigue recolectando elogios de la prensa especializada y sus seguidores, promediando 10,3 puntos de rating desde su estreno, según datos de Canal 13.
“Puedes construir una marca a través de una ficción. ‘Pacto de sangre’ habla sobre la prostitución infantil, el abuso de gente que se cree sobre el resto por estar en otra condición social y los límites morales que hay cuando tienes que esconder algo para salvarte el pellejo. Sirve para poner temas de conversación en la mesa y poner agenda. Hay que tener un punto de vista. Si no lo tienes dedícate a otra cosa. No se si todos tienen la mirada que te estoy diciendo”, sentencia.