En tres meses cinco actrices de la industria cinematográfica de entretenimiento para adultos murieron de formas similares: August Ames, Shula Stylez, Olivia Nova, Yuri Luv y Olivia Lua, todas a manos de sobredosis de pastillas, motivadas por la depresión y problemas psicológicos.
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La situación no ha pasado desapercibida, no sólo por los medios, sino que también por los mismos colegas de las víctimas que han comenzado a alzar la voz expresando una situación de disconformidad con el trato que reciben de la sociedad por su cuestionado trabajo.
En declaraciones a la revista «Hollywood Life», la actriz Ginger Banks explicó que «la forma en que la sociedad mira y trata a las estrellas del porno es difícil». Banks explica que ante el ojo crítico de las personas siente que «somos ciudadanos de segunda clase».
«Esa es la peor parte de este trabajo, la forma en que la gente me trata por lo que hago para ganarme la vida», comenta la actriz.
Por su parte, la estrella Raven Hart vislumbra otra problemática muy presente en esta industria: «Si te metes en este negocio realmente joven y ya estás predispuesto a un problema de drogas o depresión u otro problema de salud mental, solo empeorará las cosas».
Shy Love, actriz y amiga personal de la fallecida Yuri Luv, comentó la situación afirmando que «ser una actriz porno es mucho más difícil de lo que uno pueda imaginarse y me gustaría que respetaran más a las chicas y su complicado trabajo».
Secundada por su compañera Odette Delacroix, explicaron que es usual sufrir acoso en las redes sociales por su empleo. «No hubo ni un solo día en mi carrera en el que no sufriera acoso en la vida real y en la virtual», explicó Delacroix, quien además sufre depresión hace más de 15 años.