El pasado viernes Pablo Vargas fue detenido por Carabineros tras chocar a la salida de un motel en Recoleta. El bailarín quedó en libertad y, en una entrevista para el matinal «Muy buenos días», confesó que mezcló medicamentos con alcohol. Pero el ex «Rojo» también contó que padece depresión.
«Tengo el prejuicio de ser el carretero siendo que he trabajado, tengo dos carreras y posgrados. Toda mi vida me he perfeccionado. Si he llegado a pedir trabajo me dicen: ‘¿Estás dispuesto a dejar tu fama’ La depresión fue por ahí, a raíz de ser conocido. Eso gatilló en que estaba aguantando algo y explota. Pero no me estoy justificando», dijo el bailarín y también se defendió del hecho.
«Creo que es parte de un todo, a lo mejor me merecía un «coscacho». Pero no soy un delincuente, no tengo antecedentes. Pagué. Fui a firmar y estuve dos años sin manejar, me exasperé más de la cuenta».
Durante la entrevista el artista, entre lágrimas, aprovechó de pedir perdón a su familia y agregó que durante el último tiempo también sufrió por tener varias pérdidas familiares. Por otra parte también confesó que se siente solo.
«Algo que gatilló en la depresión fue no poder conseguir una pareja. Yo voy con el prejuicio, me dicen: oye me han dicho esto de ti». Pablo Vargas también relató que durante un tiempo consumió drogas duras. Tuve problemas con drogas químicas, para alguien que tuvo un problema va a seguir penando, pero tengo algo peor que pensé que podía controlar». Por otro lado aclaró los rumores que lo vinculan con el alcohol:
«No tengo problemas con eso, el problema mío es depresión, No tomo todos los días, no fue adicción».
Vargas también pidió perdón a la dueña del local y dijo que ha intentado contactarla a la dueña del motel. «La gente que me conoce y me quiere sabe que soy de corazón. El profesional sigue, bailarín y periodista. Quiero decirle a la señora del recinto que me gustaría comunicarme con ellos, no he recibido respuestas, dejé el número en la entrada», sostuvo.