Justin Bieber lo hizo antes y lo hizo de nuevo. En su tercera presentación en Chile –tras venir en 2011 y 2013–, el cantante canadiense se volvió a echar el público al bolsillo. Un delirio anunciado que comenzó con seguidoras del artista que acamparon desde el lunes afuera del Estadio Nacional, recinto que anoche congregó unas 50 mil personas. Una espera que valió la pena y que estalló una hora antes del concierto con agudos gritos por parte de las “believers” que clamaban por el regreso del cantante.
Antes de las nueve de la noche el ídolo pop hizo su ingreso dentro de un cubo transparente para comenzar su show que forma parte de la gira “Purpose World Tour”. Acompañado de un grupo de baile, Justin Bieber comenzó a cantar las canciones de su último disco “Purpose” mientras realizaba extensas coreografías que van de la mano de Nick DeMoura. Al final el gasto corre por cuenta de sus seguidoras que deliran con cada momento y que no esperaron el término de las canciones para gritar el conocido “Mijito Rico”.
El show contó con un amplío juego de luces además de efectos pirotécnicos, llamas y humo. Por otra parte se diseñó una pasarela para que el artista desapareciera y apareciera arriba de plataformas en medio de las canciones que se presentaron una tras otra con pocos momentos de descanso. El cantante hizo acotadas intervenciones donde le agradeció al público por asistir con un eco de gritos como respuesta. Al final todo da lo mismo, Justin Bieber puede llevarse las manos a los genitales antes de una canción o hacer playback y la respuesta es la misma: la exaltación de un público que le entrega un cheque en blanco de adoración.
Pero la adulación tiene méritos y se demuestra en el repertorio. El músico cuenta con una mochila de éxitos que hipnotizan a las seguidoras con pegajosas melodías como “Get used to it”, “Company” y la clásica “Baby”. No es todo, Bieber también se dio maña de mostrar un faceta más íntima y, guitarra en mano, tocó «Cold Water» y “Love Yourself”. Cabe destacar la participación de cuatro niños chilenos que se subieron al escenario a bailar con el artista y que fueron escogidos por DeMoura.
Como una curva ascendente el ídolo pop guardó lo mejor para el final. En la última parte sacó a relucir éxitos que lo volvieron a poner en el escenario musical como “Let me Love Your”, What do you mean” y coronó la noche con el hit “Sorry”. Una de las pocas palabras que dijo Bieber en español fue: “Te amo, te amo, te amo”, el mismo número de visitas que ha tenido y con la misma respuesta por parte de su público.