Si tu perfil de estudiante se orienta hacia el mercado, al ámbito del trabajo propiamente tal, y no a la docencia ni a la investigación, eres un excelente candidato para elegir alguna de las atractivas e interesantes carreras que imparten los Centros de Formación Técnica (CFT).
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Los CFT, al igual que los Institutos Profesionales, son entidades muchísimo más especializadas. Sus objetivos no son ni la investigación ni la docencia, que sí son fundamentales en una Universidad. En consecuencia, los CFT se abocan directamente al campo laboral; entonces, al no tener esas dos grandes funciones, son la alternativa de educación superior más económica del mercado.
Pero, aparte del conveniente arancel de la carrera, que es vista como la principal ventaja de estudiar en un CFT, existe una extensa lista de virtudes: “son breves y rentables; duran entre dos a tres años y el valor promedio total de la inversión que es de $ 2.000.000 aproximadamente, se recupera en menos de un año ; tienen un currículum de formación centrado en las competencias laborales, con fuerte énfasis en la formación práctica, lo que asegura empleabilidad y competencia efectiva en el desempeño inicial; abarcan todas las áreas del conocimiento e intereses vocacionales del postulante, desde el área de las artes hasta el campo de la salud; posibilitan acceder a la Beca Nuevo Milenio, que financia alrededor de un 50% del arancel base; permiten la continuidad de estudios, ya que la mayoría de las carreras pueden articularse con los niveles profesionales siguientes; tienen iguales beneficios que otras carreras: pase escolar, seguro escolar, etcétera; además cuentan con un currículo flexible para trabajadores o jefas de hogar que deben compartir estudios con otras obligaciones”, relata a Publimetro el presidente del Consejo Nacional de Instituciones Privadas de Educación Superior (Conifos), Ricardo Correa.
Otro aspecto favorable es que las carreras técnicas se imparten en todo el país; también tienen una alta demanda del mercado, una muy rápida inserción laboral, grandes proyecciones de trabajo, incluso más que algunas carreras universitarias; buenas remuneraciones; y algunas de ellas cuentan con la opción de préstamo estatal (Crédito con Garantía del Estado).
El único inconveniente es que “existe el prejuicio de que quienes estudian una carrera técnica son flojos o no les alcanzó el puntaje para entrar a la universidad”, dice la sicóloga educacional de la Universidad de Chile, Lorena Muñoz.
“ Creo que las ventajas más importantes de los CFT es que posibilitan estudiar una carrera corta, más barata y en algunos casos mejor consideradas o tan bien consideradas como una carrera universitaria, en términos de renta, y con gran oferta de trabajo”, añade Muñoz junto con aconsejar lo siguiente: “Como los CFT tienen muchas carreras, y muy diferentes a las universitarias, por cuanto se dedican a un campo laboral más especializado, la recomendación es que –dentro de lo posible- los jóvenes elijan una carrera bien técnica, bien específica, como gastronomía, turismo, hotelería, por ejemplo. Con esto quiero decir que es mucho mejor que no se trate de una carrera muy demandada a nivel universitario”.
Con la universidad, muchos jóvenes de clase media hipotecan su futuro. En cambio, estudiar una carrera técnica es una opción inteligente, práctica y realista para un mercado laboral que cada día deja más “cesantes ilustrados”.
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Se necesitan técnicos
Es sabido que la fuerza laboral chilena requiere de muchos más técnicos. En un país desarrollado la relación entre universitarios y técnicos es de 1 a 7. Y en Chile, es al revés.
De hecho, las empresas especializadas en búsqueda de empleos que existen en el país, siempre están reiterando que en Chile hay escasez de técnicos en áreas fundamentales de la economía: en el rubro de la minería, en el sector energético, en el rubro agroindustrial, en el campo de la informática y la electrónica, en el ámbito de la salud, en el sector de los negocios internacionales, en el campo gastronómico, en rubro del turismo y últimamente en área medioambiental y de la construcción.
Además, en Bumeran.cl dicen que también hay una alta demanda laboral por técnicos y profesionales que dominen software de gestión como SAP, Oracle, Visual Basic, entre otros, y conocimientos de inglés avanzado. Por ello, aconseja revisar las mallas de las carreras de informática, electrónica, programación y desarrollo de Java, todas de atractivo campo ocupacional.
¿Y qué pasa con las carreras profesionales de Institutos?
Las carreras que imparten los Institutos Profesionales (IP) también poseen varias ventajas y algunas de ellas similares a las de los CFT. El presidente de Conifos, Ricardo Correa, subraya los beneficios de estudiar una carrera profesional en un IP.
*Amplia oferta que abarca todas las áreas del conocimiento e intereses vocacionales del postulante, desde el área de las artes hasta el área de salud, con la excepción de las carreras que exigen Licenciatura.
*Currículum de formación profesional para el trabajo, centrado en las competencias de desempeño profesional, lo que asegura empleabilidad y competencia efectiva en el desempeño inicial.
*Acceso a crédito CORFO, o crédito estatal si el IP está acreditado ante la Comisión Nacional de Acreditación (CNA).
*Continuidad de estudios: todas carreras pueden articularse con los grados y post grados siguientes.
*Iguales beneficios que las otras carreras: pase escolar, seguro escolar, etc.
*Currículo flexible para trabajadores o jefas de hogar que deben compartir estudios y otras obligaciones.
Masivo interés por las carreras técnicas y profesionales
El gran aumento de matrículas en Institutos Profesionales y CFT desde 2007 en adelante, se debe principalmente a la ayuda estatal. Ese año entró en vigencia el nuevo Crédito con Aval del Estado, que incluyó universidades privadas y planteles de formación técnica, lo que cambió la poderosa razón histórica de preferir a las universidades como alternativa de educación superior. A esto se le suma el aumento en 50% de las Becas Nuevo Milenio y la posibilidad de acceder a oportunidades de perfeccionamiento y especialización en el extranjero, a través del Programa Técnicos para Chile. Así, es fácil entender por qué en los últimos años las matriculas en CFT e IP aumentaron en más del 70%.
*De los 298 mil alumnos matriculados en el primer semestre de este año en la educación superior, la mitad eligió Institutos Profesionales o Centros de Formación Técnica, según indicó el Consejo Nacional de Educación (CNDE).
*Mayor valoración social, acceso a becas y crédito estatal, más una buena empleabilidad, explican el fenómeno.
*30% aumentó la matrícula de primer año en las Universidades (tradicionales y privadas), entre 2005 y 2010.
*78% se incrementó la matrícula de primer año en los Institutos Profesionales durante el mismo lapso.
*99% creció el total de alumnos nuevos matriculados en Centros de Formación Técnica del país.