Ser impuntual es un hábito difícil de romper, pero completamente necesario de perder, ya que podría traerte problemas, perder amistadas y poner en riesgo tu trabajo.
Muchas personas han intentado llegar temprano y fallado. Lo peor del caso es que aquellas personas puntuales malentienden a los demás creyendo que lo hacen a propósito, que son egoístas e incluso desconsiderados. La realidad es más compleja de lo que creen. Y es que la impuntualidad puede llegar a ser un problema más grave si no intentas arreglarlo pronto.
Aunque no lo creas, las personas impuntuales siguen un patrón: dejan las cosas para el último momento, no tienen buen control de sus acciones y hábitos, son impulsivas en ocasiones y se desconcentran fácilmente.
Cuando tu personalidad y carácter son factores clave de estos hábitos, quiere decir que serán difíciles de sobrellevar, pero no te preocupes, la respuesta está en primero identificar el problema y ver qué tipo de persona impuntual eres.
También te recomendamos tener un reloj para siempre estar al tanto de la hora.
Tipología del impuntual
- El que deja todo hasta el final: Le gusta la adrenalina y trabajar bajo presión, es por eso que lo más importante lo deja al último. ¿Su motivación? Una crisis.
- El que quiere hacer todo: Este impuntual necesita terminar todo lo que pueda en el mejor tiempo posible. Se siente mejor consigo mismo cuando tiene una lista inmensa de actividades por hacer pero frecuentemente subestima la cantidad de tiempo que le llevará en hacerlo. No le gusta desperdiciar el tiempo y siempre tiene una agenda.
- El que siempre se distrae: El distraído es, como indica su nombre, una persona que no puede concentrarse en algo es específico, es por eso que pierde tiempo, no tiene un buen sentido de la orientación y siempre extravía sus propios objetos.
Una vez que hayas encontrado el problema, será hora de resolverlo, y como cualquier otro, este mal hábito puede desaparecer de tu vida si verdaderamente quieres lograr un cambio.
Resuelve el problema
- Aprende de nuevo a contar los minutos. Cada día o semana, escribe la actividad que debes hacer y cuánto tiempo te tomará en llevarla a cabo. Al final del día, verifica que estás leyendo bien el tiempo y calculando minutos y horas correctas para que, al momento de quedar con alguien, no existan errores.
- Nunca planees llegar a tiempo a la oficina, lo esencial es estar en ese lugar… antes. Si tardas 20 minutos y sales de tu casa con solamente esos minutos de tiempo, posiblemente no llegues a tiempo, ¿qué pasa si hay mucho tráfico o alguien obstruye la calle? Siempre intenta llegar 15 minutos y así nunca tendrás problemas.
- Si la idea de llegar antes que los demás te molesta, prepárate para la espera y lleva una revista, un libro, tu consola de videojuegos móvil, llámale a un amigo o amiga o simplemente ponte a jugar con tu celular. Así aprovecharás el tiempo y serás una persona puntual.
Fuente: Publimetro México.