Yuri Belov, un jubilado ruso de 72 años, entrega a hinchas llegados de todo el mundo diversos regalos hechos a mano por él mismo.
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Entre los regalos de Yuri hay sombreros y muñecos tejidos a mano. Según afirma, lleva tejiendo desde su juventud, pues tiene esta afición desde que era niño gracias a su abuela, que dedicó la mayor parte de su vida a tejer mantas, suéteres y calcetines.
Su fama ya ha sido tal que tras el Mundial de Rusia, va a realizarse una exhibición de sus obras en la ciudad de Ivanov.