El Gráfico Chile

Juan Antonio Pizzi, el “patipelado” que fue pretendido por Barcelona

Pese a su difícil arranque como DT en Colón y Universidad de San Martín de Perú, donde fue resistido por asistir a las conferencias con short y sandalias, Macanudo supo reinventar su carrera, la cual hoy lo tiene entre los entrenadores de élite a nivel mundial. Para lograr eso dejó enemigos en el camino, pero también cercanos que confían en su éxito en la Copa Confederaciones.

Juan Antonio Pizzi Torroija es un hombre reservado. Al técnico de la selección chilena no le gustan mucho las luces y las cámaras, y siempre trata de elegir las palabras correctas para que nunca se pueda malinterpretar lo que quiere decir. En cada conferencia de prensa, el santafesino se corrige, escoge sus acciones y dichos con pinzas, sabiendo que ha cometido errores en el pasado y esperando mantener un perfil que lo encamine directo al éxito, al que poco a poco se ha ido acostumbrando con la actual generación de la Roja.

PUBLICIDAD

Sin embargo, la vida de Pizzi no siempre ha estado marcada por las satisfacciones profesionales. Si al principio de su carrera como futbolista no fue elegido en Estudiantes de La Plata, eso no fue impedimento para que Juanchi siguiera intentando cumplir su sueño de ser profesional, ni tampoco lo fue el riñón que le extirparon a los 18 años. Según cuentan sus cercanos, él no le teme a nada. Ni dejar la Facultad de Ciencias Médicas de Rosario por el fútbol, ni jugar en el Barcelona, ni enfrentarse a camarines complicados que no estén satisfechos con él.

«Juan Antonio es un tipo que no le tiene miedo a nada, la decisión que tenga que tomar la va a tomar sin pensar en lo que va a decir la gente. Es por eso que los jugadores lo terminan respaldando con el tiempo. Si bien no llega rápido a los futbolistas, se gana su cariño. En mi caso, cuando llegó al Chago (N. de la R.: asume como DT de Santiago Morning en el 2009) le tenía harta bronca, porque yo era titular y él me sacó, y pasé incluso a no ser ni citado, pero a medida que pasó el tiempo, me fui encariñando con él y ganando mi espacio. Eso es lo bueno de él, le da la oportunidad a todos, sin priorizar nombres ni nada», cuenta el ex arquero y “delantero” del cuadro microbusero en el 2009, Víctor Loyola.

Juan Antonio tuvo un comienzo difícil como DT imagen: AFP (JOSE JORDAN/AFP)

«Es muy bueno como persona, con una formación excelente. Tiene contacto con los jugadores de forma seria y profesional, muy decente y agradable, de ir a reuniones de cumpleaños, por ejemplo. Nosotros compartimos con él a nivel familiar», añade Julio Colabianchi, ex vicepresidente de Rosario Central cuando Pizzi fue entrenador, entre el 2011 y 2012.

Destacado por jugadores, dirigentes y sus pares por su seriedad y compromiso, la carrera del seleccionador de Chile no ha estado ajena a las polémicas en su ruta hacia su sitial actual. Aunque siempre ha dicho que se preocupa «más por ser buena gente que cualquier otra cosa» (El Gráfico Argentina, 2011), los fracasos al inicio de su trayectoria como técnico en Colón de Santa Fe y Universidad de San Martín (Perú) lo hicieron estar al borde de abandonar el camino que comenzó junto a Josep Guardiola y Luis Enrique, en el mismo instituto de entrenadores en Barcelona.

«Juan Antonio es un tipo que no le tiene miedo a nada, la decisión que tenga que tomar la va a tomar sin pensar en lo que va a decir la gente», Víctor Loyola no olvida su época con Pizzi en Santiago Morning

«A pata pelada»

Cuando Pizzi llegó a Colón en el 2005, lo hizo desconfiando, pero aceptó por ser la primera oportunidad de dirigir a un equipo importante de la primera división transandina. Pese a ello, su cargo tuvo que ser compartido con José Guillermo del Solar, pareja que sólo duró desde el 10 de enero hasta el 28 de febrero de ese año. A las tres fechas, esa dupla técnica fue cesada, generando el primer gran fracaso de Juan Antonio como DT: «Fue un error de la dirigencia y a mí me costó muy caro. Mi carrera de entrenador se retardó notablemente por eso acontecimiento. Ni se animaron a despedirme en la cara. Fueron unos cagones», le expresó Macanudo a El Gráfico Argentina en el 2011.

PUBLICIDAD

Tras esa frustrante experiencia, el actual seleccionador de Chile perdió el norte. Intentó ser representante y directivo, hasta que finalmente lo contrataron para dirigir a Universidad de San Martín de Perú. Un equipo pequeño y de escasos hinchas, donde a Pizzi sólo se lo recuerda por sus conferencias con pantalón corto y calcetines, lo cual terminó siendo un insulto para fanáticos y periodistas incaicos, que no estaban acostumbrados a entrenadores despreocupados por su vestimenta a la hora de estar a cargo de un club profesional. Sí, el mismo Pizzi empaquetado de la actualidad, que siempre se muestra de punta en blanco dirigiendo a la Roja.

«Él iba a las conferencias con short chico y calcetas. Ahora eso es normal, pero en ese momento no era muy común en nuestro fútbol. Como él era extranjero, tenía que tener buena presencia. Hoy da igual, pero en el 2006 no. Cuando un técnico llegaba a Perú, siempre la prensa se fijaba en la imagen, en el perfil, y veíamos a Juan Antonio que salía a las conferencias con short y sandalias. Incluso, hubo dos partidos que Pizzi dirigió con short y zapatillas», comenta el periodista de El Bocón, Diego Sotomayor.

«En ese tiempo, San Martín era nuevo, bien relajado, pero es una universidad de respeto, aunque sólo lleva 100 hinchas y son casi todos alumnos que les regalan entradas. En definitiva, no hay presión, obviamente estás más tranquilo entrenando, por eso creo que Juan Antonio no se esmeraba mucho, aunque no se fue por malos resultados», añade Sotomayor.

La época «patipelada» de Pizzi

 

Aunque Pizzi dejó Perú con su equipo en el quinto lugar de la tabla en los torneos Apertura y Clausura del 2006, el club no lo llenó y lo volvió a dejar a la deriva.

Saliendo de perdedor

Frustración fue una palabra que rondó alrededor de Pizzi por muchos años tras dejar la liga peruana. Cayó en las elecciones para la presidencia de Rosario Central en el 2007 y después no encontraba club, hasta que su camino se juntó con el del ex goleador de Universidad Católica, Jorge Quinteros. Según recuerda el Polo, su empresa de representación no sabía mucho sobre la carrera de DT del santafesino, pero él estaba seguro de que tenía potencial, por su recorrido como futbolista.

«Cuando estaba dirigiendo a Colón, yo a Pizzi no lo conocía. Nos pareció una buena posibilidad que fuera a dirigir al Chaguito y demostrara, porque cuando se fue de Santa Fe le costó horrores seguir su carrera, no podía conseguir trabajo de lo que él quería. El Chago lo saca de perdedor a ganador como entrenador, lo postula, lo pone arriba», destaca el Polo sobre sus primeros recuerdos como agente del seleccionador de Chile.

A pesar de ese punto de inflexión que tuvo en Santiago Morning, peleando el Apertura 2009 contra Universidad de Chile, Colo Colo y Unión Española, las cosas entre Quinteros y Pizzi no terminaron bien. El ex agente de Macanudo denunció que su representado lo abandonó cuando consiguió el éxito para negociar solo su llegada a Universidad Católica, en el 2010. Hasta el día de hoy, siguen sin hablarse.

«Él va a la Católica solo. Eso me ha pasado algunas veces, cuando creen que llegaron solos ahí y se van. A nuestra empresa le dio vuelta la cara, nos desconoció, nos dijo que él iba a hacer todo y nosotros le dijimos ‘perfecto, haz lo que creas mejor, haz tu vida y yo hago la mía’, y nunca me interesó si le fue bien o mal», cuenta Quinteros, quien se apropia de parte del éxito conseguido por Pizzi, pues él constató su potencial y se lo advirtió a las autoridades del Morning.

«El Chago lo saca de perdedor a ganador como entrenador, lo postula, lo pone arriba», recuerda Polo Quinteros, quien lo representó en sus inicios

«El plan era que se mostrara, que fuera a Católica, que es lo que hizo, y después se fue a San Lorenzo y al Valencia, que era lo que yo creía que podía llegar a dar. El Morning fue un arranque y luego el estar donde está se lo ganó. No creo que sea tonta la gente en Chile, ganó una Copa América, habrá avanzado. Yo no lo sigo, pero sí creo que puedes arrancar de una manera y terminar mejor, eso es parte de lo profesional», añade el Polo sobre el camino forjado por Pizzi.

Campeón con la UC en el Transición del 2010, Macanudo dejó a los cruzados para intentar ascender a Rosario Central, y luego levantar al Valencia y al León de México. Aunque no tuvo muchos éxitos, llegó a le élite del fútbol mundial asumiendo en la selección chilena en enero del 2016, tras la pesada mochila que dejó Jorge Sampaoli. Una carga que el ex delantero del Barcelona ha sabido llevar, coronándose en la Copa América Centenario 2016 y en la China Cup 2017, títulos que incluso le permitieron ser opción para la banca del Barcelona, según el reputado medio catalán Sport.

«Me parece que Juan Antonio es una persona para tomar a largo plazo, por la seriedad que tiene, por la forma, por los logros. Si bien con Central tenía la relación afectiva por haber sido jugador, también jugó en el Barcelona y sonó para dirigirlo, y eso es muy bueno para Chile, con muchos beneficios si lo dejan seguir a largo plazo», advierte Colabianchi, el ex dirigente canalla.

«Siento que todavía lleva poco tiempo y ahora se verá en la Copa Confederaciones su estirpe de ganador. Además, si clasificamos al Mundial, obviamente sus pergaminos van a subir mucho más de como están ahora. ¿Sonó en el Barcelona? No me sorprende, tiene condiciones, es alguien conocido allá y espero que algún día se le dé. Que no nos deje botados nomás», añade entre risas Loyola.

Digno de dirigir a Lionel Messi o no, Pizzi tuvo un pedregoso camino para llegar hasta donde está. Querido o no, avalado o no, el santafesino de 49 años recién cumplidos quiere llevar a Chile a un nuevo título histórico en Rusia, un logro que también lo ayude a él en el ascenso de una carrera que en sus inicios tuvo los pies descalzos y que parece no tener tope, pese a su melenuda cabeza.

TE RECOMENDAMOS DE PUBLIMETRO TV

PUBLICIDAD

Tags


Lo Último