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Cuando la temperatura corporal disminuye entre 32 y 35 grados centígrados, el corazón comienza a retrasar su ritmo.
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Querer orinar cuando hace frío está relacionado con un proceso fisiológico, así lo indica el urólogo Bernardo Cuomo, del Centro Médico de Caracas, Venezuela, quien explica que el organismo cuenta con dos mecanismos para la eliminación de los líquidos excedentes y el organismo lo realiza por medio de la orina y la transpiración.
Cuando la temperatura baja, se disminuye la sudoración, lo que elimina la posibilidad desechar el líquido de esta forma. Cómo los líquidos no pueden salir, el riñón lo reconoce y produce la orina.
A demás de esto, el frío puede ocasionarnos una alergia llamada urticaria a frigore, o ergia al frío, es una reacción ante la exposición a cualquier estímulo frío.
