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Olvide su sonrisa. Un investigador italiano dice que la clave para resolver los enigmas de la “Mona Lisa” yace en sus ojos.
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Silvano Vinceti alega haber encontrado la letra “S” en el ojo izquierdo de la mujer, la letra “L” en el ojo derecho y el número “72” bajo el puente en arco que forma parte del paisaje en el famoso cuadro de Leonardo da Vinci.
Según el investigador, los símbolos arrojan nuevas pistas para identificar a la modelo, fechar la obra y demostrar el interés de Leonardo por la religión y el misticismo.
Es apenas la más reciente de una larga serie de teorías acerca de una obra que fascina por igual a estudiosos, amantes del arte y aficionados. Algunos dicen que en realidad es el retrato de un hombre, o un autorretrato y las conjeturas sobre la famosa sonrisa enigmática van desde el embarazo hasta el dolor por la muerte de un ser querido.
Estudiosos de Leonardo han expresado dudas sobre la realidad o la importancia de los hallazgos, que uno calificó de “irrisorios”.
Los nuevos símbolos no aparecen a simple vista. Vinceti dijo el miércoles que “son muy pequeños, fueron pintados con un pincel diminuto y sufrieron los embates del tiempo”.
Vinceti no ha estudiado la obra original en el Museo del Louvre. Dijo que sus investigaciones se basaron en imágenes escaneadas en alta definición por Lumiere Technology de París, que se especializa en copias digitales de obras de arte. En Italia, un laboratorio romano borró digitalmente los reflejos y otros colores de los ojos para aislar y destacar las letras, explicó Vinceti.
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El “72” apareció oculto en el arco del puente a la derecha de la figura central, dijo a The Associated Press.
La tradición dice que es un retrato Lisa Gherardino, esposa del comerciante florentino Francesco del Giocondo —por eso se lo conoce también como “La Gioconda”— y que Leonardo lo inició 1503.
Sin embargo, Vinceti dijo que la “S” podría referirse a una mujer de la dinastía gobernante de Milán, los Sforza. Leonardo vivió allí en 1482-1499 y nuevamente en 1507-1507, lo cual podría significar que lo inició en otra fecha, dijo Vinceti.
En cuanto a la “L”, representa a Leonardo, dijo Vinceti y añadió que el trazo es igual al de los escritos del pintor.
Vinceti y su grupo de historiadores e investigadores están estudiando documentos y compulsando los desplazamientos de Leonardo, así como sus posibles modelos. Esperan hallar el nombre de la modelo en las próximas semanas.
El número “72”, sostiene, aparece en la Cábala, una corriente mística judía y en el cristianismo. Si se toma los dígitos por separado, el “7” está lleno de asociaciones simbólicas tanto en el judaísmo como el cristianismo, por ejemplo a la creación del mundo y el “2” puede ser una alusión a la dualidad masculino-femenino, dijo Vinceti.
El investigador admitió que acepta otras interpretaciones, pero insistió que la “Mona Lisa” era algo más que un cuadro: para Leonardo era una suerte de “testamento cultural”.
“Leonardo no hacía nada al azar”, dijo Vinceti. “Quería dejar expresados sus últimos pensamientos sobre su visión del universo”.
Vinceti es el mismo investigador que recientemente dijo haber hallado los restos de Caravaggio. También quiso exhumar el cuerpo de Leonardo en Francia para someterlo a análisis de carbono y ADN.
Alessandro Vezzosi, director del museo dedicado a Leonardo en su pueblo natal de Vinci, se mostró escéptico.
Numerosas fuentes, dijo, demuestran que se trata del retrato de una mujer florentina y los presuntos nuevos símbolos no bastan para refutar esas pruebas.