Más de 100 piezas de trabajo en cestería, textiles y madera, que dan cuentan de la particular identidad y tradiciones de la Isla, se exhiben en pleno barrio cívico de la capital.
Por: Valeska Silva Pohl
“Chiloé, archipiélago de oficios, ingenios y saberes artesanales” se llama la exposición de la Fundación Artesanías de Chile recién inaugurada en el espacio educativo del Centro Cultural Palacio La Moneda. La propuesta busca acercarnos a una realidad que se despliega desde la singularidad de un territorio marcado por representaciones culturales, donde la presencia y el rol de la artesanía se manifiestan plenamente.
La muestra contiene más de 100 piezas provenientes del mundo de la cestería, la textilería y el trabajo en madera, que dan testimonio de la tremenda densidad cultural que alberga la isla. Se trata de maestros artesanos que han preservado estos oficios, los cuales se han transmitido y actualizado a través de distintas generaciones. Es una exposición de las más antiguas tradiciones, que a través de sus manos modelan símbolos que nos hacen transitar por un espacio colectivo donde se reúnen identidades, historias y lugares de este archipiélago mágico.
Adriana Tureuna es una de las artesanas presente, a través de su trabajo textil. Nació y vive hasta el día de hoy en Quemchi, comuna ubicada en la costa nororiental de la Isla Grande de Chiloé. Aprendió el oficio desde que era una niña, viendo a su madre y a su abuela, quienes hilaban y tejían en casa; creció en medio del telar, el huso y las lanas. También aprendió de las abuelitas vecinas, las que le enseñaban los puntos que su mamá y abuela desconocían. Nunca ha recibido capacitación o clases formalmente; su trabajo proviene exclusivamente de haber observado con gran atención desde pequeña, y de haberse enamorado del trabajo textil y los telares. “Todo lo que sé lo aprendí de ellas, que fueron mis maestras, y toda mi vida he trabajado en las lanas, los teñidos, los tintes de las lanas”.
Actualmente la mayor preocupación y principal desafío de Adriana es mantener las costumbres y transmitirlas a los más jóvenes, para asegurar su conservación. “Desde hace algunos años estoy haciendo el rescate de los puntos más antiguos, que son parte de nuestra tradición, para que no se pierda nuestra identidad”. Enseña en escuelas y realiza talleres para fomentarlo. Tiene una hija que no se dedica al hilado, pero una nieta que sí lo hace y que es su gran orgullo. Ha realizado diversas cosas, pero las alfombras, frazadas, pieceras y bajadas de cama son lo suyo. “Les incorporamos los diseños antiguos que nos identifican, que son parte de la tradiciones de la Isla de Chiloé”.
El archipiélago impresiona por la belleza de su paisaje y el encanto de su geografía, con una infinidad de islas dispersas en el mar interior o de cara al océano Pacífico. Un territorio de gran biodiversidad y que alberga una historia que guarda en la memoria las formas de vida de antiguos pueblos nómades marinos y otros pueblos indígenas venidos desde el continente, quienes junto al conquistador español gestaron las bases de lo que actualmente conocemos como la cultura chilota, la que con sus propios ritmos fue perfilándose como sociedad y cuyas características son el resultado de la conjunción de diversas voces, experiencias y saberes.
La Fundación Artesanías de Chile pertenece a la red de fundaciones de la Dirección Sociocultural de la Presidencia, y trabaja por contribuir a la preservación y rescate de las artesanías tradicionales, estimulando la investigación y el reconocimiento de los oficios que forman parte de nuestro patrimonio cultural.
La muestra –de carácter gratuito– estará hasta el primer semestre del 2018 en el Centro Cultural Palacio La Moneda, en pleno barrio cívico de la capital.