Digamos que tienes una buena idea y estás seguro de que el proyecto puede generar mucho dinero. ¿Pero cómo partir?
Muchos jóvenes no saben cómo hacerlo. Y son demasiadas las cosas por definir: el financiamiento, el marketing, los asuntos legales.
En Reino Unido, por ejemplo, hay un número cada vez mayor de jóvenes entre 16 y 24 años que prefieren trabajar para sí mismos.
De hecho, los emprendedores han crecido al doble desde 2001.
Según los últimos datos disponibles, en 2016 había 181.000 jóvenes en ese segmento de edad clasificados como "autoempleados".
Sin embargo, la dura realidad es que mucha gente fracasa.
Según el Enterprise Research Centre casi la mitad de las startup no logran sobrevivir más allá del tercer año.
Pero aunque no es nada fácil, se encuentran historias exitosas: desde en Reino Unido hasta en América Latina.
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En este caso jóvenes emprendedores británicos cuentan cómo lo hicieron para crear su propio negocio.
No me prestaban dinero
Vittoria Capaldi tenía apenas 20 años cuando se le ocurrió la idea de crear una panadería.
El problema es que frente a las instituciones financieras "no parecía una buena candidata", cuenta.
Fue entonces cuando decidió postular a un crédito para startups en Glasgow, Escocia.
Y logró que en un período de cinco meses le dieran préstamos por un total de US$25.000.
Con ese dinero compró las maquinarias, hizo las reparaciones al local comercial e invirtió en la decoración que necesitaba para iniciar The Honeybee Bakery.
"Fueron más comprensivos con mi plan de negocios que los bancos", dice Capaldi.
"Yo podía hacerlo mejor"
Adam Ali decidió crear la consultora tecnológica Digisee porque no quería trabajar para otra persona.
"Me habían rechazado en tantos trabajos, que me convencí de que yo podía hacerlo mejor".