Un grupo de hackers rusos tuvo acceso remoto a las salas de control de varios proveedores de energía de Estados Unidos, según el Departamento de Seguridad Nacional estadounidense.
Se trata de un grupo supuestamente patrocinado por el gobierno ruso al que se identificó previamente como "Dragonfly" o "Energetic Bear" (que en español se traduce como "libélula" y "oso energético").
Los funcionarios le dijeron al diario estadounidense The Wall Street Journal que los hackers rusos se hicieron con "cientos de víctimas" en 2017 durante una extensa campaña para controlar las empresas eléctricas en la que pudieron haber causado apagones, y que esos ataques siguen activos.
Los atacantes habrían ganado acceso a redes aisladas de compañías públicas con relativa facilidad penetrando primero en las de algunos empleados clave con quienes establecieron relaciones de confianza.
Así, entraron en el sistema aunque las computadoras del centro de control no estuvieran conectadas a la red.
Inusual
Los hackers parecen haber usado ataques muy selectivos para poner en peligro las redes corporativas de pequeños proveedores.