Para unos, la solución pasa por mayores controles a la venta de armas. Para otros, por hacer mucho más en materia de salud mental.
Pero Donald Trump parece creer que el problema de las matanzas en las escuelas de Estados Unidos -como la que dejó 17 víctimas en Parkland, Florida, la semana pasada- se puede solucionar armando a los profesores.
"Si el entrenador (Aaron Feis, quien perdió la vida tratando de salvar a varios estudiantes durante el tiroteo de Parkland) hubiera tenido una pistola en su casillero (…) le habría disparado (al atacante) y ese habría sido el fin del asunto", dijo el presidente estadounidense este miércoles durante un encuentro con víctimas de varios tiroteos escolares.
- Cómo ocurrió "La masacre de San Valentín", el tiroteo que dejó 17 muertos en una escuela secundaria de Florida
- El entrenador de fútbol baleado al proteger a un estudiante y otros héroes que surgieron en la matanza de Parkland
"Eso se llama portación oculta: un maestro llevaría una pistola oculta consigo, irían a recibir un entrenamiento especial y estarían allí", explicó el mandatario, quien tampoco dudó en criticar el concepto de las escuelas como lugares libres de armas.
Y Trump -quien este jueves aclaró que no estaba proponiendo dar armas a todos los maestros, sino nada más considerar la posibilidad de armar "a los más adeptos, con entrenamiento especial o experiencia militar"- no es el único que piensa que el problema se podría solucionar con más armas en las salas de clase, en lugar de con menos armas en casas y calles.