Su tarea es "escuchar el océano".
Son solo 11 en todo el planeta y muchas de ellas se ubican en algunos de los lugares más inhóspitos y lejanos del mundo.
Las estaciones hidroacústicas de detección de pruebas nucleares monitorean las profundidades del mar ante cualquier potencial explosión atómica.
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Forman parte de la Comisión Preparatoria para el Tratado de Prohibición Completa de Ensayos Nucleares (OTPCE), que vigila que ningún país realice pruebas de este tipo ya sea por tierra, mar o aire .