Una reciente investigación de la Universidad Estatal de Florida trajo consigo malas noticias para los astronautas y quienes desean seguir el oficio del espacio.
Y es que el estudio reveló el riesgo de disfunción eréctil producto de la exposición a la radiación cósmica y la falta de gravedad.
Este hallazgo surge en un momento clave, cuando la NASA y otras agencias espaciales planean misiones a largo plazo a la Luna y a Marte.
Efectos adversos de la radiación cósmica y la ingravidez
El estudio, publicado en The FASEB Journal, se centró en los efectos de la radiación cósmica galáctica (GCR) y la ausencia de gravedad en el tejido eréctil del pene de ratas macho.
Así se descubrió que incluso una exposición baja a los GCR, compuestos por partículas de alta energía como rayos X y rayos gamma, puede aumentar el estrés oxidativo, dañando las células y afectando negativamente la función eréctil.
En el experimento, 86 ratas macho fueron divididas en dos grupos; Un grupo fue suspendido en arneses para simular la ingravidez, mientras que el otro se mantuvo en un entorno de control.
Ambos grupos fueron expuestos a dosis de GCR utilizando un simulador en el Laboratorio de Radiación Espacial de la NASA en Nueva York.
Tras un año, el análisis mostró que la exposición a los GCR incrementaba el estrés oxidativo, afectando la arteria que suministra sangre al pene y el tejido eréctil. La ingravidez también tuvo un impacto, aunque no tan pronunciado.
¿Existe un tratamiento?
Los experimentos adicionales revelaron que ciertos antioxidantes podrían mitigar los efectos de la GCR.
Estos hallazgos son cruciales, ya que indican que la disfunción eréctil causada por condiciones espaciales podría ser tratable, abriendo una vía para futuras investigaciones y medidas preventivas.
Asimismo, se destaca que estos estudios se deberían realizar en mujeres astronautas, considerando su mayor presencia en el rubro y que probablemente estemos más cerca que lejos de enviar a la primera mujer a la Luna.