Andrea Monsalve Saavedra es la falsa periodista que fue formalizada junto a otros funcionarios municipales y a Cathy Barriga, por defraudar al fisco en $31 mil millones. Su declaración ente la Fiscalía, detalla cómo era el trato que la exalcaldesa les daba a su equipo.
Monsalve fue acusada de entregar un falso certificado de periodista de la Universidad Católica de Chile, y de recibir el sueldo por meses, sin trabajar, ya que presentó sistemáticas licencias médicas, tras un episodio de agresión por parte de Barriga. El municipio pagó $110.003.072 en sus remuneraciones entre 2016 y 2020.
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La Tercera tuvo acceso a su declaración, donde además aseguró que terminó hasta probando su comida, porque ésta pensaba que la podían envenenar.
“En algunas oportunidades me pedía que probara su comida antes de que ella lo hiciera porque pensaba que podía estar envenenada. Ella siempre pensaba que la estaban observando y espiando, por eso no usaba su correo electrónico y trataba de no dejar registro de las cosas. Estaba un poco paranoica en aquella época”, contó Monsalve.
Competencia por ser más linda
“Ella me sacaba la chaqueta a tirones cuando consideraba que me veía ‘más bonita que ella’. Dos veces me pidió que, como ella llegó a una población con zapatos altos, me pidió los míos para ella no manchar los suyos, de todo esto Eugenio Aguiló vio muchas de las situaciones de maltrato-”, comentó Monsalve.
Las agresiones
“Ella me golpeó en dos oportunidades. La primera fue un día en que Joaquín llegó a la oficina en la noche, y le preguntó a Cathy por qué tenía a su guagua Romeo todavía en la oficina a esa hora. Se pusieron a discutir y le dijo, yo me llevo a Romeo y tú quédate trabajando. Ahí entre ellos que estaban peleando y tironeando se cayó Romeo. Ella se encerró con Romeo en el baño a llorar, y cuando salió le dije “pero Cathy por favor no pueden tener este tipo de discusiones, es algo muy fuerte para que tu hijo esté pasando por todo eso” y ella me pegó una cachetada y me tiró el pelo, y me dijo que no me metiera nunca más en sus problemas”, relató.
Luego asegura que hubo un segundo golpe, y debió ir al psiquiatra, y que incluso este fue pagado por el municipio. Además, reconoció haber firmado dos acuerdos de confidencialidad tras haber sido agredida.