Nadie podría cuestionar mucho a quien se deje llevar por el ánimo festivo de la Navidad y por ello en la comida por la visita del “Viejito Pascuero” se pase algo de copas.
Pero la sabiduría popular entrega algunas recetas que muchos califican de infalibles para la resaca de la siguiente mañana, que puede traer náuseas, dolor de cabeza, acidez estomacal y hasta dolores musculares que generan pesadez y mucho cansancio, a lo que hay que sumar deshidratación y posible alteración del sueño.
Una recomendación es tener un desayunos desintoxicante y revitalizador, con un vaso de agua mineral, jugo de tomate, cereales o tostadas y un poco de miel.
Esta mezcla tiene varias sustancias desintoxicantes, diuréticos, antioxidantes, protectores gástricos y azúcares de fácil asimilación, que generan un aumento de la glucosa en la sangre y permiten incrementan la velocidad de eliminación del alcohol.
Otro “desayuno de campeones” puede ser con jugo de naranja o, de tomate natural, con una pizca de vodka, ron o ginebra, y dos huevos crudos. Esto ayuda a rehidratar el organismo, y también aporta vitaminas y minerales desintoxicantes.
La suma de una pizca de alcohol se basa en el principio de homeopatía que dice que “la enfermedad se trata con pequeñas cantidades del elemento que la produce”.
También es vital beber jugos naturales de frutas, y una buena opción es una mezcla de tres a cuatro naranjas y cuatro a cinco zanahorias, a la que se le agrega un chorro de limón y una cucharada de miel, que ayuda al buen funcionamiento del hígado.
Otra chance es exprimir cuatro limones y agregarle dos cucharaditas de azúcar, una pizca de sal y otra de bicarbonato de sodio. Esto hay que beberlo a lo largo de la jornada para recuperar los líquidos y prevenir así la deshidratación.
Y otro jugo para destacar es uno con media taza de pomelo con miel, más un poco de hielo picado, que hay que beber antes de acostarse.