Una verdadera tragedia fue la que ocurrió en Irlanda, cuando un niño que cumplía ocho años, intentaba inflar un globo y terminó falleciendo.
Luke Ramone Harper soplaba un globo parcialmente desinflado, inhalando helio que aún contenía el globo y se desmayó.
La madre lo encontró tendido en el suelo de su habitación, boca abajo, con el globo en forma de 8 sobre su cabeza.
De inmediato la mujer lo llevó al patio para que respirara aire puro, mientras la ambulancia llegaba al hogar. El menor fue declarado muerto al día siguiente.
Ya en el hospital, los médicos le dijeron que que había sufrido un paro cardíaco.
“Es probable que Luke haya perdido el conocimiento muy rápidamente después de inhalar el helio, ya que no había evidencia de que hubiera intentado quitarse el globo de la cabeza o buscar ayuda de otros”, explicó la doctora.