Un juez de un tribunal laboral en Inglaterra dictaminó esta semana que llamar “calvo” a un hombre es acoso sexual.
El particular fallo se dio en el marco del juicio que Tony Finn, un electricista de 64 años, realizó en contra de su exempleador, la empresa British Bung Company, luego de ser despedido en mayo de 2021 tras 24 años de trabajo calificados de “intachables” en la compañía.
El argumento del fallo por acoso sexual contra un calvo
Finn acusó en tribunales que durante su estadía en la empresa de la que fue despedido injustificadamente, recibió tratos denigratorios de parte del supervisor de la fábrica, Jamie King, quien le dijo que era un “gordo calvo”.
El acoso reclamado por la víctima fue tomado en consideración por el juez de la causa, quien argumentó tras dictar el fallo favorable a Finn que “la pérdida de cabello es mucho más frecuente entre los hombres que entre las mujeres, por lo que usarlo para describir a alguien es una forma de discriminación”.
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El fallo fue dictaminado por el juez Jonathan Brain luego que el panel de tres jueces que lideraba el propio Brain, se lamentara de su propia falta de cabello.
“A nuestro juicio, existe una conexión entre la palabra ‘calvo’ por un lado y la característica protegida del sexo por el otro. (El abogado de la empresa) tenía razón al afirmar que tanto las mujeres como los hombres pueden ser calvos. Sin embargo, como los tres miembros del Tribunal garantizarán, la calvicie es mucho más frecuente en los hombres que en las mujeres”, fue el argumento que terminó por condenar a la empresa que despidió a Finn.