En Estambul, Turquía, un empresario de 66 años murió mientras se sometía a un tratamiento dental.
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Según consigna Mirror, se trata de Tony Rogers, dueño de la compañía de taxis y transportes Tony’s Cabs en Irlanda, quien viajó de emergencia a Turquía para obtener un implante dental.
Según el citado medio, Rogers recibió la anestesia mientras estaba en la silla del dentista, donde posteriormente -y de manera repentina- perdió la vida.
El hecho ha causado conmoción tanto en Irlanda como en Turquía, y los hijos del empresario aseguran que su padre no tenía ninguna patología de base u otra condición de salud adversa.
“Estamos muy shockeados, fue todo muy repentino. Estamos tratando de averiguar qué le sucedió exactamente”, señaló un amigo de la familia.