No hay lugar a dudas que el paracetamol es uno de los medicamentos más automedicados que existen, y por ende, uno de los más consumidos a nivel mundial.
Ya sea para un dolor de cabeza o de muelas, muchos consumen una tableta de paracetamol para aliviar el dolor, sin embargo, el consumo en exceso de este tipo de analgésicos trae posibles efectos secundarios.
En conversación con la Deutsche Welle (DW), Gerhard Müller-Schwefe, del Centro del Dolor y Paliativo de Göppingen, aseguró que “el paracetamol puede dañar el hígado, especialmente en niños que reciben sobredosis. El hígado se inflama porque no puede eliminar las sustancias degradadas, y cuanto más células hepáticas se destruyan, más dramático será”
Además, el especialista advierte que el paracetamol podría convertirse en una adicción, según cuánto se tome y por qué periodo de tiempo.
“Ahora sabemos que el paracetamol ataca el sistema de la médula espinal responsable del control del dolor, que produce su propio cannabis. Este es uno de los diversos sistemas de protección y control del dolor del cuerpo humano (...) uno de ellos es el sistema de endorfinas, que produce morfinas propias. En situaciones de crisis, se activa súbitamente y nos protege”, explicó.
Ante eso, el especialista advierte que el consumo descontrolado de paracetamol interfiere en los sistemas naturales de control del dolor, lo que podría causar que “se pierda la empatía”, funcionando como una suerte de “coraza”. “La persona termina tomando decisiones súbitas y sin sopesar. Está más dispuesta a asumir riesgos”, añadió.
Un estudio de la Universidad Estatal de Ohio, realizado en 2020, concluye que el paracetamol tiene un efecto sobre la conciencia humana y puede incluso cambiar el carácter a corto plazo. “Hay personas que toman paracetamol no solo para aliviar el dolor. También buscan el efecto de blindaje. Dejar de estar tan afectado emocionalmente, ya sea positiva o negativamente”, aseguró Müller-Schwefe.