Sin duda rendir un examen de conocimientos que “definirá” en parte el futuro, o al menos la carrera, puede generar un alto nivel de ansiedad, tensión y nerviosismo. Han sido meses de estudio en medio de una pandemia que obligó a adaptar las clases al formato online.
En este contexto, Karina Navarro, psicóloga infantojuvenil de Vidaintegra, entrega algunas recomendaciones para que los jóvenes puedan prepararse física y mentalmente ante este importante evento:
- Dormir al menos 8 horas.
- Alimentarse correctamente, en horarios y con comida saludable.
- Llevar a cabo técnicas de respiración.
Frente a la posibilidad de sufrir insomnio o problemas para dormir antes de este examen, la Dra. Evelyn Benavides, neuróloga de Clínica Dávila, destaca la importancia de “mantener hábitos de sueño saludables, ya que parte importante del rendimiento está dado por la buena calidad de sueño, así como el buen ánimo para rendir este examen”.
Por ello, además de dormir lo suficiente los días previos a la prueba, la especialista aconseja:
- Evitar trasnochar.
- No consumir alcohol.
- Hacer deporte en la mañana y exponerse a la luz del sol al menos 30 minutos todos los días.
- Evitar consumir café o bebidas energéticas durante la tarde.
- No exponerse a pantallas en la noche al menos 30 minutos antes de dormir.
- No automedicarse pastillas para dormir, ya que pueden tener efectos secundarios no deseados y bajar el rendimiento intelectual.
Otro aspecto fundamental a considerar los días previos será la dieta o alimentación. Desde Clínica Vespucio, la nutricionista Paulina Mella, asegura: “Nos sirve para todo, para la concentración, para tener buena memoria o, por el contrario, nos puede perjudicar”.
En este sentido, la profesional sostiene: “El día anterior a la prueba, lo ideal es comer nuestras 4 comidas. Durante el día del examen, debemos tratar de masticar bien los alimentos y consumir un desayuno liviano pero nutritivo, como frutas”.
Mella agrega que es importante que dentro del desayuno se considere algún hidrato de carbono como pan o galletas. “Además, deben tratar llevar de colación fruta o frutos secos”, comenta.
¿Cómo manejar la ansiedad del proceso?
Enfrentarse a un desafío como la prueba, sobre todo si es la primera vez, puede desencadenar una serie de emociones que, en algunos casos, pueden ser difíciles de controlar. Bretta Palma, psicopedagoga de Clínica Santa María, enfatiza en el rol que cumple la familia y el núcleo más cercano. “La ansiedad y nerviosismo aumentan a medida que se acerca el momento de rendir la prueba, es algo normal y esperable, pero es importante que padres y cuidadores estén monitoreando ese nivel de estrés”.
“A veces las expectativas de las familias son mayores incluso que las que tienen los jóvenes, por eso, es relevante que ambas partes puedan transparentar esas expectativas. La importancia del diálogo, que los jóvenes puedan expresar lo que sienten, es fundamental cuando están preparando el proceso, como también al momento de rendir la prueba”, detalla la especialista.
Otro concepto que suele estar presente en el proceso de ingreso a la universidad es pensar “¿A qué me quiero dedicar?”.
Frente a ello, Claudia Badilla, psicóloga de Clínica Ciudad del Mar, afirma: “La elección vocacional idealmente debiese considerar lo que a uno le interesa hacer y nuestras habilidades. La coherencia entre ambos aspectos, y el que sea una actividad que aporta a la sociedad y que sea remunerada, aportará al sentido de autoeficacia, autorrealización compromiso, valoración y pasión por lo que uno hace”.
Cabe destacar que esta prueba podrá rendirse dos veces el próximo año, por lo que existe una mayor amplitud en las oportunidades que se pueden tomar a futuro.