La Fiscalía investiga la presunta agresión a un aspirante a bombero ocurrida en un cuartel de Ñuñoa. Un rito de “bautizo” de un voluntario en la Cuarta Compañía de esa comuna terminó con una denuncia por agresiones graves y torturas, según denunció el canal Mega.
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El jueves último, un joven de 21 años que llevaba dos semanas en la institución y que cumplía su primera guardia nocturna en el citado cuartel terminó con una serie de lesiones atribuibles a esta “iniciación”.
El comandante del Cuerpo de Bomberos de Ñuñoa, José Figueroa, comentó a Meganoticias que “nos enteramos de la situación y estamos colocando los antecedentes en el organismo disciplinario para que se tomen las medidas respectivas”.
Figueroa añadió que “como institución condenamos cualquier acto de violencia que ocurra en el interior o fuera de nuestros cuarteles, así que tomaremos las medidas respectivas para que estos hechos no se repitan en el futuro”.
Denuncian agresiones al joven por varias horas
De acuerdo a lo relatado por la abogada que representa al joven agredido, Mariana Hernández, las agresiones se extendieron por varias horas e involucraron a al menos tres voluntarios de la Cuarta Compañía de Bomberos de Ñuñoa.
La profesional apuntó que lo sucedido “es un hecho reprochable de todas las formas”.
Hernández detalló que “a tres voluntarios nuevos les dijeron que los iban a rapar, los dos primeros aceptaron sin ningún problema, pero la víctima consideró que no era algo apropiado, que no era algo que fuese legítimo y se negó. Él rechazó que le cortaran el pelo y por su negativa comenzaron la torturas durante toda la noche, desde las 11 y media hasta las 04.40 de la mañana”.
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La abogada agregó que “las torturas fueron gravísimas. Primero lo hicieron luchar con un compañero que era mucho más robusto que él, le sacó la mugre, lo golpeó, lo agredió, lo tiró al suelo, le azotó la cabeza, y le dieron una segunda oportunidad haciéndolo pelear con otra persona que también era corpulenta, y la condición (para no raparlo) era hacerle una llave”.
Según el relato de la abogada, “él luchó, se sacó la cinta adhesiva y como estaba muy furioso por lo que le estaban haciendo, por la vulneración de sus derechos, lo amarraron de pies y manos con una cuerda, lo dejaron inmovilizado y lo dejan colgando de un balcón de cabeza. Posterior a eso le dice que le van a tapar a los ojos y que se tiene que tirar”.
De acuerdo con el relato, la víctima “está mal, muy agredido, hoy día empieza un tratamiento sicológico. Él desde los cinco años quería ser bombero y, finalmente, con esta actitud totalmente vulneratoria de sus derechos, él no quiere volver más, por lo tanto, le truncaron su sueño de toda la vida. Físicamente está dañado, tiene daños policontusos, cicatrices, está adolorido, porque lo apalearon entero”.
Tras la denuncia, el Cuerpo de Bomberos de Ñuñoa inició un sumario administrativo y suspendió preventivamente desde este viernes a siete voluntarios presuntamente implicados en los hechos.