En medio de su discurso de apertura, la constituyente Alejandra Pérez contó parte de su historia y lanzó un potente mensaje donde dio cuenta de la necesidad de avanzar en salud digna para todos.
Y lo hizo mostrando las cicatrices que le dejó su lucha contra el cáncer de mama, pues debió someterse a una doble mastectomía.
“Soy Alejandra Pérez, sobreviviente de cáncer de mama, dueña de casa, mujer manifestante”, sostuvo la representante, mientras en su cuerpo se leía: “Hasta que valga la pena vivir”.
Asimismo, relató que “la culpa la sentí desde el diagnóstico. Culpa por poder sanar, culpa por poder tener una cama, medicamentos y horas de atención. Culpa por aquellas que no tienen plata para una mamografía”.
Luego, agregó que porqué tenía que sentir culpa, pues todos debiesen tener derecho a la salud. “Cuando hablamos del derecho a la salud, se tiene que traducir en el derecho a la vida”, agregó, rindiendo homenaje a todos las que ya no están.