Algunas veces, los padres e hijos tienen que decirse adiós por diversas circunstancias, siendo el tiempo y la distancia el mayor reto para todos lo miembros de la familia, puesto que toda la rutina cambia, pero sobre todas las cosas, el dolor de la soledad siempre embarga. Es una pena inmensa que se mitiga con el transcurrir de los días, pero que jamás desaparece.
Esto es lo que han vivido los soldados de Estados Unidos, cuando ha tenido que decir adiós a su familia, sus hijos para proteger el países como parte de su trabajo. A veces es un hecho que muchos niños no saben cómo asimilar.
El el sargento Perry Chronister, oriundo de Ohio, en EE. UU, vivió un año fuera casa y bien lejos, en el Medio Oriente combatiendo contra los enemigos, tiempo en el que las comunicaciones que tuvo con su pequeño de 7 años fueron muy limitadas porque la conexión a internet era inestable. Pero, la felicidad llegó cuando debió retornar a su hogar.
Por supuesto, su niño estaba ajeno a esta realidad. Asistió a su primer día en el colegio. Allí llegó un “tigre” para amenizar el momento mágico para todos, pero para el niño sería inolvidable. Perry, su esposa y la maestra fueron los grandes cómplices. La docente tuvo la idea de que se vistiera como la mascota del plantel, un tigre, en lugar del uniforme militar.
El pasado 18 de agosto fue el gran día. Perry comenzó su show y su hijo Eli disfrutaba en primera fila. Se acercó y agachó para a la altura del niño. Lo que aconteció después sacó lágrimas a todos los presentes.
El militar se descubrió el rosto. Su hijito quedó sorprendido y solo alcanzó a abalanzarse contra él para unirse en un fuerte y poderoso abrazo. El momento fue grabado por el personal de la escuela Luego se viralizó rápidamente.
El reencuentro entre ellos es solo una muestra de lo que ocurre a diario en Estados Unidos con miles de familias que dan gracias por tener de vuelta a sus héroes. Las redes sociales están llenas de decenas de videos de militares que regresar a casa y sorprenden a sus hijos, esposas, padres, hermanos y amigos, pues para nadie es un secreto que pueden perder la vida en combate.
Entre tantas formas de sorprender, hay una muy popular en la que algunos miembros de la familia posa para una foto y en fondo se asoma el militar, para luego dejarlos a todos con la boca abierta y fundirse en un mágico y gratificante abrazo de nostalgia, gozo y emotividad.
Sin duda, son imágenes tan emotivas que arrancan lágrimas de felicidad hasta el más “duro”. Esto mismo sucede con los millones de inmigrantes que hay en el mundo y que luego de años regresan a sus país o son visitados por sorpresa por sus parientes. Reencuentros que dan felicidad. Incluso, ya son tantos los videos, que se ha creado cuentas en las diferentes plataformas para recopilarlos.