Un nuevo informe de las Naciones Unidas alertó sobre del nacimiento prematuros de bebés en la última década, basándose en las estadísticas mundiales de entre 2010 y 2020 que indican que más de 152 millones de personas nacieron antes de las 37 semanas de gestación.
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La información también analizó la evolución de las cifras a nivel global y regional, así como las probabilidades de supervivencia dependiendo del lugar de nacimiento, los ingresos familiares y la etnia del bebé, así también, recomendaciones para mitigar los riesgos y mejorar la atención a mujeres y recién nacidos.
“Nacer demasiado pronto: década de acción sobre el parto prematuro”
El amplio y detallado estudio estuvo a cargo de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) en colaboración con PMNCH, para explicar una gran problemática en ascenso que está atentando la vida significativamente en todos los involucrados directos (madre-hijo).
Según estimaciones actualizadas de la OMS y UNICEF, realizadas con la Escuela de Higiene y Medicina Tropical de Londres, señalan que en el 2020 nacieron prematuramente 13,4 millones de niños, lo que supone que alrededor de uno de cada diez bebés nació antes de tiempo. De ellos, casi un millón falleció a causa de las complicaciones asociadas a la prematuridad.
Estos organismos consideran que el nacimiento prematuro es una “emergencia silenciosa” porque constituye la principal causa de muerte infantil y representa más de una de cada cinco de todas las muertes de niños menores de cinco años. Además, los bebés prematuros que sobreviven pueden tener problemas de salud durante su vida y más probabilidades de sufrir retrasos en el desarrollo o discapacidad.
Medidas gubernamentales recomendadas para disminuir las cifras
· Poner en marcha la obtención de recursos nacionales e internacionales para optimizar la salud materna y neonatal y garantizar que se proporcione atención de alta calidad cuándo y dónde se necesite.
· Cumplimiento de los objetivos de progreso del país mediante la implementación de políticas nacionales establecidas para la atención materna y neonatal.
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· Promocionar la educación en todas las etapas de la vida; apoyar inversiones económicas más inteligentes, con cofinanciamiento en todos los sectores; potenciar las respuestas de adaptación climática a lo largo del ciclo de vida y avanzar en la coordinación y resiliencia de los sistemas de emergencia.
· Invertir en innovación e investigación lideradas a nivel local para apoyar mejoras en la calidad de la atención y facilitar el acceso igualitario.
