Manifestantes ecologistas, pertenecientes al movimiento Just Stop Oil, cometieron un ataque contra una de las máximas pinturas del fallecido artista Vincent Van Gogh. “Florero con quince girasoles” fue manchado con sopa de tomate ante la presencia de varios testigos.
La obra como tal fue vendido en 1987 por un valor de 74.5 millones de dólares. Actualmente, el cuadro se expone en el National Gallery de Londres. Esta es una de las tres versiones con 15 girasoles, las otras se conservan en Amsterdan y en Tokio.
¿Cuál es la razón?
En redes sociales, Just Stop Oil, indicó que la creatividad y brillantez humana se exhiben en una galería pero el patrimonio (naturaleza) está siendo destruido por la falta de acción del Gobierno. Su protesta nace por las 100 licencias concedidas para la explotación de gas y petróleo.
“¿Por qué estamos protegiendo estas pinturas cuando no estamos protegiendo las millones de vidas que se perderán debido al clima y al colapso social?”
“Este es el momento de unirnos y resistir. No estamos preparados para ver mientras el Gobierno planea la muerte de millones de personas y destruye todo lo que amamos”.
“¿De qué sirve el arte cuando nos enfrentamos al colapso de la sociedad civil? El establecimiento del arte, los artistas y el público amante del arte deben dar un paso adelante en la Resistencia Civil si quieren vivir en un mundo donde los humanos estén presentes para apreciar el arte”, escriben una publicación.
Este no es el primer hecho donde reclaman frenar esta explotación natural. Han realizado plantones en vías de Londres y han subido a vehículos policiales para elevar su voz.