TinaHines experimentó qué se siente morir y revivir. Ello le hizo creer firmemente en que las personas van al cielo después de fallecer y hasta aseguró haber sido testigo de la “casa celestial”. Incluso dejó un misterioso mensaje que su sobrina publicó en redes sociales.
La historia
En 2018, Hines estaba caminando junto a su esposo cuando de la nada cayó al piso. En medio de la sorpresa, el hombre le hizo maniobras de reanimación. Los paramédicos la llevaron al hospital.
“Mi tía Tina, una de las personas más asombrosas, perspicaces y saludables que conozco, tuvo un paro cardíaco inesperado”, escribió Madie Johnson, sobrina de la mujer.
Los médicos atendieron a la mujer de Arizona (Estados Unidos) dictaminaron que había sufrido un infarto. Entonces decidieron inducirla en coma para decidir cómo salvarle la vida.
Entonces utilizaron un desfibrilador (dispositivo que detecta cualquier latido cardíaco rápido y potencialmente mortal) siete veces hasta que, cuando pensaban que no había nada que hacer, Tina reaccionó.
“Según los médicos, murió y fue devuelta a la vida (...) después de despertar milagrosamente lo primero que hizo, sin poder hablar, porque estaba intubada, fue pedir un bolígrafo”, comentó Johnson.
Según los médicos, Tina estuvo muerta durante 27 minutos. Poco a poco los signos vitales de la estadounidense se fueron estabilizando. Entonces cuando despertó, pidió un esfero y escribió en un diario.
La gente en la sala preguntó “¿qué es real?” y ella respondió señalando al cielo con lágrimas en los ojos. Impresionados, los médicos preguntaron a la mujer de qué estaba hablando o a qué hacía referencia.
Más adelante, en una de sus publicaciones, Tina escribió en sus redes sociales: “Nuestro Padre Celestial, me devolvió la vida y, al día siguiente, me permitió compartir acerca de su exquisita belleza y gracia, después de salir del coma. Quiso dejar muy claro lo real que es el cielo y que su amor es fiel y soberano”.
¿Qué sintió al morir?
En entrevista con algunos medios locales, la mujer asegura que vio colores brillantes y una figura como la de Jesús frente a unas puertas.
