El vasto catálogo de Netflix tiene una película aleccionadora y de ejemplo que no puedes dejar de ver este fin de semana. Se trata de “El niño que domó el viento”, una producción basada en hechos reales.
La película estrenada en 2019 está basada en un libro del mismo nombre, una autobiografía de William Kamkwamba que cuenta su aventura en un pueblo de Malaui, al sudeste de África: la aventura de sacar el agua de las profundidades y hacer renacer las cosechas, mientras un sol abrasador se empeñaba en convertir toda forma de vida, y las ilusiones de los desvalidos aldeanos, en meras motas de polvo.
Nacido en Kasungu, Malaui, Kamkwamba es un joven escolar de una familia de granjeros del pueblo cercano de Wimbe, reseñó el portal Yahoo.
William tiene un talento especial para reparar radios de sus amigos y vecinos y pasa su tiempo libre buscando componentes electrónicos reutilizables en el depósito de chatarra local.
Aunque pronto se le prohíbe asistir a la escuela debido a que sus padres no pueden pagar la matrícula, William chantajea a su profesor de ciencias para que le permitiera seguir asistiendo a clase y tener acceso a la biblioteca de la escuela.
Salvara la comunidad es la inspiración
Allí, aprende sobre ingeniería eléctrica y producción de energía, conocimientos que serán cruciales para su comunidad. “Un chico se inspira en un libro de ciencia para crear un molino de viento que salve su aldea malauí de hambre. Basada en la historia real de William Kamkwamba”, señala la reseña oficial.
El director del film, el británico Ejiofor Chiweter, quien a su vez interpreta al padre del protagonista dijo que lo inspiró es que William “quisiera salvar a su comunidad, pero también que se salvara a sí mismo. La historia también habla de no renunciar al potencial que uno tiene. Sentí que me estaba pasando el testimonio a mí”.
Es una producción con mucho drama y también con una lección importante para la vida misma, así que no puedes dejar de verla.