Camilo es un cantante y compositor colombiano que ha estado en la escena musical desde hace algunos años. Su música es una mezcla única de pop, reggaetón y música folklórica colombiana, lo que hace que sea muy refrescante y diferente a lo que estamos acostumbrados a escuchar.
Lo que más gusta de Camilo es su energía y su positividad. Sus canciones son muy alegres y contagiosas, y siempre hace sentir bien a su publico en todos sus conciertos y redes sociales. Además, tiene una voz increíble y su habilidad para tocar la guitarra es impresionante.
Pero no solo es un gran músico, también es un gran padre de familia. A menos de dos años del nacimiento de Índigo, su primogénita, la pareja de cantantes reveló que están a la espera de otro hijo, al que bautizarán Amaranto y que extenderá la alegría que viven en casa.
De hecho, en una reciente entrevista con el comediante puertorriqueño Vicente Chente Ydrach le preguntaron sobre la paternidad y como le ha parecido esa etapa de su vida: “Yo descubrí que es mucho el terror el que le meten a uno, cuando mi esposa estaba embarazada, nos decían muchas veces: ‘Olvídense ustedes no van a volver a dormir, olvídense que van a tener tiempo para ustedes, no vas a poder escribir’”, inició diciendo.
Aunque ha reconocido que sí hay gran dificultad en la paternidad, también ha dicho que todo depende de la manera en que la pareja reparta su agenda. “Pero, me di cuenta que las cosas no tienen porque ser así, si uno se organiza bien, las cosas funcionan”, añadió al respecto.
Asimismo, sugirió que por más que parezca que ya no tiene tiempo para sus actividades, ha logrado distribuir las 24 horas que tiene un día, para organizar su trabajo en la música y al mismo tiempo compartir con su familia.
“Aunque tengo menos tiempo hago más en la música. Porque mi esposa, mi equipo y familia saben que tengo esas cuatro horas en el estudio y no me interrumpen mi creatividad. Mientras más te limitas, más te liberas, es una frase de Stravinsky y aplica para todo en la vida”, finalizó en sus declaraciones.
