Lucas Crespo estuvo como invitado en el nuevo capítulo de “Espiando la Casa”, en donde Juan Pablo Queraltó junto a Michael Roldán se dedican a comentar los detalles del carrete que tienen los participantes de “Gran Hermano”.
En el espacio de Chilevisión, el noveno eliminado se refirió a cómo han sido sus días fuera del encierro, en el mundo real.
“Lo que más me complicaba, como dije muchas veces, fue que mi familia se enterara, de que fuera parte de esto, que le llegaran los comentarios”, partió diciendo.
“Era inevitable, no se lo tomaron de tan mala manera”, confesó. “La verdad es que he estado bastante aislado. Mis papás son de Pichilemu, entonces, los vi esa noche (lunes), después no los vi más. En verdad, hice mi vida normal”, añadió, asegurando que eso es “lo que más me gusta”.
“Volví a comer como me gusta y tirando para arriba (…) la familia se lo tomó bien y siempre está apoyando”, expresó.
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La nueva vida de Lucas
Tras esto, JP Queraltó le preguntó: “¿Qué fue lo primero que hiciste ya fuera del reality? Porque estuviste encerrado dos meses”, a lo que Lucas respondió que: “Volví a la rutina, lo cual es todo lo contrario que haría la gran mayoría”, afirmó.
“Todos dirían ‘creo que fueron a la disco, se reventaron comiendo en tenedores libres’”, añadió. Sin embargo, él quiso volver a su espacio feliz y seguro.
“Yo volví a acostarme tempranito, a ir a entrenar, comer sano... Soy el hue*** más fome, se vio en todas las fiestas, pero soy muy ordenado. Entonces volví a ese orden que tanto me gusta”, sentenció.