¿Co-crianza sana? Esto es lo que Shakira y Piqué deberán hacer por el bien de sus hijos

Shakira y Piqué hicieron una tregua por el cumpleaños de su hijo Milán pero estos acuerdos deberán tener para no ser unos padres tóxicos

Shakira y Gerard Piqué se han vuelto a ver las caras este 22 de enero por una gran razón: la celebración del cumpleaños 10 de su hijo Milan. A pesar de la complicada situación que atraviesa la expareja, parece que ambos llegaron a un acuerdo para no ensombrecer un día tan importante y darle el mejor recuerdo a su primogénito.

A pesar de la presencia de medios y paparazzis alredor de la casa, la colombiana se encargó de que todo marchara a la perfección. De acuerdo a la prensa española, mientras que Shakira estuvo de principio a fin, el ex futbolista habría tenido un instante de tranquilidad para compartir al menos un rato el día con su hijo.

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Esta “tregua” entre la ex pareja sin duda habla mucho de los posibles acuerdos a los que podrían haber llegado para criar a sus hijos, algo que es fundamental cuando hay una separación.

Los divorcios son complicados, especialmente cuando hay hijos de por medio. Y es que, mientras que estos jamás deben ser una razón por la cual te quedes en una relación que no es buena para ti, sí deben ser una razón para llevar una separación bajo los mejores términos en la medida de lo posible.

Pero no siempre es fácil crear arreglos de crianza cuando se rompe una relación. Incluso en un buen día, la crianza compartida puede ser difícil. Sin embargo, por más desafiante que a veces pueda parecer, existen ciertas prácticas que pueden ayudar a ambas partes a mantener un enfoque saludable y hacer que su familia siga adelante.

Esto es lo que deberían estar haciendo Shakira y Piqué para ejercer la mejor crianza compartida.

Los hijos son lo primero

Por básica que parezca esta regla,es importante recalcarla. Un divorcio o separación puede hacer que incluso la persona más pacífica saque su peor lado sin embargo, sin importar cómo te sientas, es crucial que siempre mantengan a los hijos y sus necesidades en primer lugar. Ante todo, hay que mostrarles amor y apoyo todos los días con sus palabras y acciones.

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Comprometerse a cooperar

Aún cuando ya no vivan en la misma casa, comparten muchas de las mismas responsabilidades de crianza que tenían cuando estaban todos en un solo hogar. La idea de hacer un equipo con el otro tras la ruptura podría parecer menos que atractiva pero es necesario para no vivir en una guerra que sólo perjudica a todos.

El compromiso de trabajar juntos para criar a los hijos requiere de un diálogo abierto. Los niños deben ver que trabajan en equipo por el bien de ellos, pese a las diferencias. Nunca deben enviar mensajes a través de los hijos. Se deben comunicar con el otro padre directamente.

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Cuando los niños ven que entre sus padres hay respeto, los hace más comprensivos con los problemas de los demás, también pueden aprender a ser más serviciales, afectuosos y tolerantes a la frustración. Es preferible que crezcan en un entorno donde los padres están separados pero se llevan bien a uno en donde }

Los desacuerdos y discusiones siempre en privado

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Las mamás y los papás a menudo tienen estilos de crianza muy diferentes y en ocasiones es posible que no estén de acuerdo con lo que el otro está haciendo con los niños. Esos desacuerdos se deben tratar en privado y no frente a los niños ya que de lo contrario, sentirán que son culpables de las peleas.

Los niños cuyos padres tienen una separación amistosa tienen más probabilidades de volverse resilientes y adaptables. Si los padres son capaces de tener una relación diplomática y evitan conflictos frente a los hijos, estos les estarán enseñando cómo lidiar con los cambios de la vida.

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