Las películas y cuentos románticos nos han hecho creer que para ser plenas en la vida tenemos que encontrar una pareja con la que nos casemos y vivamos ese “felices por siempre” que todos anhelan.
A nuestro alrededor existen muchas presiones en torno a lo que debemos ser y conseguir a “cierta edad”, haciéndonos sentir que si no lo conseguimos, estamos destinadas a ser miserables.
Pero la presión no termina pues incluso cuando tienes pareja, es posible que te cuestionen constantemente sobre la boda y por supuesto, los hijos.
Está bien creer en cuentos de hadas, está bien soñar con una gran boda con el amor de tu vida pero ¿y si esa no es tu máxima aspiración?
Está permitido ‘romper’ estándares ajenos
El problema con las expectativas en torno a la vida en pareja y el matrimonio es que no es un ideal para todas. Así como muchas mujeres deciden no querer hijos, muchas deciden no casarse.
Quizá te encuentras en una situación en la que todos a tu alrededor te preguntan sobre la boda pero para ti no es una prioridad porque estás bien con la forma en la que estás llevando tu relación.
Quizá aún no tienes una pareja estable con la cual te veas el resto de tus días por lo que el matrimonio tampoco está en tu mente. O quizá, en este momento de tu vida están sucediendo otras cosas que hacen que ni buscar pareja y mucho menos un matrimonio estén en tu lista de metas.
La sociedad trata el matrimonio como el objetivo final de nuestra vida, como si no fuéramos verdaderamente felices hasta que nos casemos.
Es así como muchas veces, sin daros cuenta, comenzamos a girar en torno a la idea de encontrar un alma gemela y cuando llegamos a “esa edad” nos angustiamos si no vemos un anillo en el dedo.
La realidad es que el matrimonio es sólo una parte de la vida y no es para todo el mundo. Cada quien crea su propia felicidad. Por nada en el mundo vivas para complacer a los demás.
Si has decido romper con esas expectativas ajenas sabrás que hay mil formas más de encontrar eso que de verdad te hace sentir plena.
Ya sea que tengas pareja o no, casarte no tiene por qué ser tu máximo objetivo en la vida. ¡Y por supuesto, está permitido cambiar de opinón! Capaz que un día estás convencida de que no te ves casándote y sin esperarlo, conoces a esa persona con la que te ves el resto de tus días (y también puede ser con o sin un papel).
No dejes que las expectativas ajenas arruinen tu felicidad o te alejen de lo que realmente quieres. Manténte fiel a ti misma siempre.
No tienes por qué dar explicaciones. Puedes permanecer soltera porque disfruta de la libertad de ese estilo de vida, o puedes casarte porque te sientes más plena cuando compartes tu vida con alguien a quien amas. Puedes incluso tener a tu pareja con quien has formado un hogar estable sin pensar en matrimonio. Cualquier decisión es igualmente válida y pueden conducir a vidas muy felices.
Por supuesto, que tus elecciones siempre sean con base a seguir tus ideales y lo que realmente quieres y necesitas. Nunca aceptes menos o te conformes con algo que no va contigo sólo por cumplir.