Este lunes se estrenó un nuevo capítulo de “Juego Textual” junto a la invitada Paola Troncoso, en donde la actriz habló sobre su enfermedad y cómo le afectó en su carrera televisiva.

Todo comenzó cuando se encontraban en la sección de “Campo minado”, cuando Katty Kowalecz le preguntó al público cuál fue el día más triste de Paola, a lo que un 91% votó que fue el día que se enteró que tenía fibromialgia, la cual le diagnosticaron a los 30 años.

“El dolor es punzante, sientes que la articulación no te va a dar. Como mamá me sentía pésimo. Mis niños querían jugar, yo no podía jugar, querían correr, no podía correr, no me podía agachar. Había días en que me levantaba sólo a servirles la comida y me volvía a acostar”, reveló sobre la afección crónica.

“Renegué de esta enfermedad por muchos años y sólo me empastillaba para pasar los dolores, tratando de fingir que no existían (...) cuando estaba con crisis me duele todo el cuerpo. Es terrible porque no te puedes levantar, es como si tu cuerpo estuviera con cemento y tratas de mover un dedo y todo es dolor”, detalló.

Posteriormente, confesó que durante un momento tuvo pensamientos suicidas. “En un momento hubo días en que me dieron ganas de pegarme un tiro. No lo hice porque tengo hijos y los amo con mi vida. Si hubiera estado sola, probablemente lo habría hecho”, relató.

“Despiertas, te quieres mover, y es como ‘¿para qué vivir un día más para esto?’, y separarse los dedos de a poco para moverme, las rodillas de a poquito para salir de la cama”, añadió.

“Guardaba toda mi energía para el programa”

Posteriormente, las panelistas le preguntaron sobre cómo fue trabajar en Morandé con Compañía con todos estos pensamientos y la tristeza.

“En esa época guardaba toda mi energía para el programa, que era en vivo”, manifestó.

Sin embargo, un día todo le pasó la cuenta: “Fue tanta mi autoexigencia que estando en el programa en vivo me dio una crisis con convulsiones, me tuvieron que sacar y mis compañeros salvaron la situación”, admitió la actriz.

Finalmente, Paola que luego de este episodio aprendió a manejar sus crisis tras un largo camino de autoconocimiento.

“He probado muchas cosas, pero esta es una enfermedad emocional. Cualquiera la puede tener, se desata por temas como separaciones dolorosas y pérdida de hijos, y yo no estaba bien emocionalmente (...) Si uno no sana tu cuerpo va a seguir reclamando”, sostuvo.

“En vez de renegar del cuerpo hay que darle las gracias, es el cuerpo el que te avisa con dolor que hay algo que trabajar y que sanar en ti”, concluyó.