Bastó que este jueves se emitiera el último capítulo de “El discípulo del chef” para que la concursante Miel Blanca se desahogara por la que, a su juicio, fue una injusta e inesperada eliminación del programa de CHV, por haberse contagiado de covid-19, y confirmara además que con su salida del espacio culinario también su relación amorosa con Max Cabezón terminó.
En entrevista con pagina7.cl fue que la ganadora de la primera edición del programa del canal privado entregó detalles desconocidos del final de su pololeo con Cabezón, de quien señaló “cambió rotundamente” una vez que ambos dejaron de participar en las grabaciones del programa.
El inesperado quiebre con Max Cabezón
“Me da mucha pena, es una lata lo que pasó, porque salí del programa, pasó un tiempo (...) y ya no estamos juntos”, reconoció Miel en el portal nacional.
“Yo estoy soltera y él también, estamos cada uno por su lado, porque Max, de la nada, de un día para otro, cambió rotundamente la persona que presentaba ser. Era otra persona”, detalló la cocinera, quien se mostró dolida por el inesperado quiebre de la relación.
“En el programa, (Max) era una persona súper cariñosa y de un día para otro cambió completamente su forma de ser. Se volvió súper frío y poco interesado en mantener una relación, así que no saco nada positivo”, reflexionó Miel, quien pese a su decepción amorosa, reconoció que Max fue un gran apoyo durante su presencia en el programa.
“Debo agradecerle el hecho de haber estado, porque nos apoyamos mutuamente”, dijo la concursante.
“Es súper triste decirlo, de verdad me da pena, porque me gustaba estar con él. Simplemente, no tenía que darse”, insistió la joven, quien asume que la actitud distante y fría de su ex se debió al formato mismo del programa de CHV.
“Pasa por un tema del programa mismo y casi de TV. Creo que fue en la onda de estar grabando y que se dio así; después, saliendo del programa, fue súper cambiante”, concluyó.
Las críticas de Max Cabezón al programa
Ajeno al quiebre con Miel, Cabezón había dado esta semana unas polémicas declaraciones en sus historias de Instagram, donde cuestionó si el formato de “El discípulo del chef” privilegiaba la gastronomía o la farándula.
“Para ser honesto, lo encontré más farándula que cocina. Es decir, la edición de todos los capítulos que vi, porque después sinceramente me aburrí de ver el programa; eran como que o te mostraban cuando tirabas un comentario pesado o cuando se creía que iba a haber polémica, conflicto, o que se yo. O cuando los chefs les soplaban por la muela: ‘¡Ya! Sé pesado, hazte mierda. ¡Grítale!”, criticó.
“Es como ver la lucha libre al final. Es como una mezcla de artes escénicas y gastronomía, tiene mucho arreglo, la dirección de la tele influye caleta y no muestran las decisiones que se toman en la cocina, los cortes, las técnicas”, finalizó.