Con su inconfundible pelo largo aún húmedo, Camila Gallardo (21) se asume detallista, y participa activamente en cada etapa de esta entrevista. La misma que, con sólo 18 años, sorprendió al jurado del programa The Voice, de Canal 13. Ese verano, y tras perder en la final, lanzó “Más de la mitad”, compuesto por Luis Fonsi junto a Claudia Barant. La canción rompió récords de audiencia en las plataformas de streaming, transformándose en una de las más escuchadas en Spotify y superando los 18 millones de reproducciones en YouTube.
El resto es historia en construcción. Comenzó a tocar en vivo y a componer las canciones para “Rosa”, su primer álbum, publicado en junio de este año. Destacada por la revista Billboard como una “estrella naciente”, acumula casi un millón de seguidores en Instagram, se mueve entre Chile y Estados Unidos, ha tocado con éxito en países como España, donde su canción “No es real” estuvo entre las más viralizadas de Spotify.
“Agradecida es mi palabra clave”, revela el referirse a su carrera. Tras un año lleno de presentaciones en todo Chile, anunció que terminará el 2018 con un recital en el Movistar Arena, transformándose en la artista más joven en ocupar ese espacio. Y la guinda de la torta llegó hace sólo unos días, cuando se confirmó lo que todos esperaban: es una de las caras jóvenes en el Festival de Viña 2019. El 2017 rechazó esa invitación, porque no se sentía lista e indicaba que prefería esperar al momento adecuado.
Camila Gallardo se sorprende, ríe, se enoja y se emociona. Para entrar un poco más en su intenso mundo, la invitamos a conversar y protagonizar la portada de nuestro aniversario número 12. El lugar no fue casualidad: en Casa Pocuro grabó el videoclip de la canción “Un poco más de frío”, el primer hit de su prometedora carrera.
Talento y valor
El talento con la valentía van de la mano. Mis papás me dieron todo y me enseñaron a ser valiente. Es un acto de valentía, un posicionamiento ante la vida, conocerte y saber quién eres realmente. En Chile, decir que una es buena para algo tiene una connotación de ataque frente a otra gente. Generalmente, no somos una comunidad donde nos alegremos por los logros del resto. Eso también va de la mano con ser valiente, asumirlo y decir ‘esto es lo mío, no voy a entregarle la posibilidad de decidir por mí a nadie’. Todos los días tengo confirmaciones de que esto es lo mío. No es un minuto ni un escenario en especial, podría ser el Madison Square Garden, el Movistar o en el living de mi casa con mis hermanos chicos. Si eres disciplinada con lo tuyo, se va a dar todos los días.
Disciplina
La disciplina te va mostrando el camino y te da la seguridad de que, si no lo haces tú, nadie lo va a hacer por ti. Me criaron mostrándome el real significado de la disciplina y cómo trae frutos. Vivimos en una sociedad super conformista, mucha gente funciona bajo la ley del mínimo esfuerzo. Creo que lo que te diferencia de otra gente es que tu trabajo tiene que ser intocable. Valoro muchísimo lo que tengo, mi música es sagrada. Y ser disciplinada, es ser agradecida, cuidar y valorar lo que una tiene.
Rigurosa
Si exijo algo de respecto a mi trabajo, me consideran histérica o difícil para trabajar´. Yo compongo y soy parte del proceso de mi música. Miro con lupa l´os detalles, desde la seguridad del concierto, hasta las luces. En el estudio me preocupo de todo. Si me voy a sentar con un productor, leo todo lo que pueda, busco referencias, me carga hablar desde la ignorancia. Fluyo así, es mi manera de ser feliz. Si un hombre hace lo mismo, es un hombre no más, un profesional. Si una mujer lo hace, es una cuática.
Fans
Me gusta estar encima de todo, pero el público es algo que no se puede controlar, tiene vida propia. Son como una pelota de energía que te pilla desprevenida y te quita las palabras. Hago música porque necesito liberarme, pero me doy cuenta de que estoy liberando a otros con eso. La música y los músicos siempre han sido parte de la sociedad, marcando hitos y movimientos.
Mis fans son bacanes, les debo todo. No sé ni cómo explicarlo cuando hablo de ellos. Nadie ni nada me han generado lo que me generan cuando estoy arriba el escenario. Son parte de mi evolución y crecimiento, lo ven en los conciertos. Después de tocar cuatro días seguidos, a veces llego muerta. Me subo al escenario y me vuelve el alma al cuerpo.
Sonido e inspiración
No creo en los géneros musicales, los encuentro una estupidez. La música es tan libre que encasillarla es una falta de respeto. Me inspiro con mis propias historias, no puedo escribir una canción en base a algo que no he vivido o he sentido de cerca. Mis influencias, y todo lo que me gusta, fluye cuando entro al estudio y se forma mi sonido. No tengo tanto filtro, no me importa si suena o no en la radio. Me muevo con mi memoria emocional. La gente se siente identificada cuando un tema es honesto.
Voz centennial
Amo a mi generación. Estamos atravesando por un proceso único con internet al lado y nadie sabe muy bien cómo funciona esto, pero nos tocó. Hemos sido parte de procesos como la Ley de Identidad de Género o el aborto libre en distintas partes del mundo. Sí estamos generando un cambio y a veces nos equivocamos, pero como todas las generaciones. Hay desde músicos hasta deportistas y matemáticos. Muchas personas están usando las redes para hacer cosas muy lindas. Hay gente tan talentosa, yo la aplaudo. Por ejemplo, Malala (Yousafzai) es increíble y es de mi generación. Ella está haciendo aportes increíbles con la educación de miles de mujeres.
Mujeres latinas
Amo todo lo que está pasando a nivel mujeres en la música. Lo que están haciendo es increíble. Me llevo muy bien con la Mon (Laferte) y a la Fran (Valenzuela) la amo con mi vida. Encuentro que es un movimiento hermoso el que tenemos, hay que cuidarlo y ser muy responsables. Es heavy…, como una ola que va creciendo.
Feminismo
Soy súper feminista. Cuando fui la única mujer en el Festival de Olmué lo dije arriba del escenario y en las entrevistas. Sufro el machismo todos los días. Cuando canté en el cierre de la Teletón me criticaron porque salí a cantar con unos jeans, tacos y un chaleco bonito, mientras al lado mio había hombres con short y polera. Venía llegando de un avión de los Billboards y, literalmente, corrí para poder cantar. Además, jamás usaría un vestido de tres millones en una situación como la Teletón. Cuando me toca dar ese tipo de explicaciones, no lo puedo creer. Por cosas así, me considero feminista.
Machismo
A veces en la prensa buscan cuestiones solamente por encontrarme algo. Han hecho noticias porque uso bikini en la playa. ¿Eso qué tiene de noticia? En cambio, no cubren que llenamos todo en una gira en el sur. Estoy tan acostumbrada que ya ni me aproblema, pero es importante transparentarlo.
Lo mismo pasa con las letras violentas. La música tiene una dualidad súper heavy y siento que hay música dañina, con letras terribles. Mientras nosotras, las mujeres, nos posicionamos frente a algo que se nos viene quitando hace miles de años, sólo nos denigran y exponen. Pudiendo hacer algo bien, hacen algo que va en contra de toda nuestra dignidad. Las canciones con letras así yo no las escucho, me hacen daño y me violentan.
La rabia
¡Obvio que siento rabia! No me las voy a dar de zen. Soy hiperquinética y energética, me hiperventilo fácil. Si no hago deporte y no lo boto, estoy todo el día bla bla bla (parlotea). También hago reiki. A veces lloro, otras estoy muy feliz. Eso sí, cuando tengo rabia, trato de que sea hacia contextos, no personas en específico, porque creo que las energías rebotan.
Inseguridad y estereotipos
Es denso tener que conectarme con eso. Mis inseguridades van de la mano con lo que soy y, como soy súper intensa, a veces siento que todo me supera. Otras, de verdad, me da lo mismo.
Amo mi cuerpo, pero a veces me siento insegura. No voy a hacer como que no sufro por esas cosas. Siempre tengo que estar dando explicaciones y me cuesta que mi cuerpo sea un tema para el resto. A mí me gusta tener una belleza natural. ¿A quién no? Si a alguien no le gusta su nariz, y se la quiere operar, que lo haga. Lo mismo con el género: si a alguien lo criaron como hombre, pero se siente mujer y se quiere operar, ¡que lo haga! ¿Por qué tengo que decidir yo por otra persona? Todos nos podemos sentir cómodos con nuestros propios cuerpos.
Éxito
Viene a veces y es como una cachetada que llega de repente. No es así todo el rato. Un momento donde lo sentí fue cuando en uno de los shows en el teatro de Las Condes, me pidieron “Querida Rosa” por segunda vez. Es una canción hermosa, la más bonita del disco a mi parecer, además el videoclip se viene increíble. Me ovacionaron cinco minutos, y yo sentía que se me iba el alma, sentía que mi cuerpo no estaba preparado físicamente para todo eso. Entre toda esa emoción, la tocamos de nuevo. Eso es el éxito. Cuando todo lo bueno que diste, vuelve; cuando la gente te hace sentir que todo lo que haces cala en ellos.