Michael Clark, actual presidente de Azul Azul, concesionaria que administra los destinos institucionales y deportivos de Universidad de Chile, no se guardó nada en la edición dominical de latercera.com, donde respondió sin tapujos a la serie de críticas que parte del directorio de la sociedad universitaria le ha hecho por su supuesto personalismo a la hora de tomar las decisiones deportivas del club.
Según el ingeniero comercial, licenciado en Administración de Empresas y Ciencias Económicas de la Universidad Católica, los cuestionamientos que ha recibido de directores como la renunciada Carolina Coppo, proveniente de la Casa de Estudios; o José Joaquín Laso, representante de Daniel Shapira; tienen su origen en el “desprecio” por “el trabajo que hace toda la gente que está en el club”.
“No soy patrón ni tengo fundo, así es que, imposible. Las dos o tres personas que han dicho o insinuado eso han despreciado siempre el trabajo que hace toda la gente que está en el club, pero, más grave aún, le faltan el respeto a lo que significa la U”, asegura Clark, quien descarta de plano ser el único dirigente que toma las decisiones en la institución.
La respuesta de Michael Clark
“Este es el club más grande e importante de Chile y, por consiguiente, es una institución seria, con gente profesional que trabaja día a día por situar a la institución en un lugar de privilegio en todos los ámbitos. Para poder lograr eso, las decisiones las adoptan profesionales que tienen las competencias técnicas para hacerlo. Esos mismos dos o tres que piensan que la U debe administrarse como si fuera un juego de Football Manager, deben pensar en actualizar la versión de ese juego en sus computadores”, asegura el directivo, quien no tiene problemas en sindicar a Coppo como “parte del pasado” e integrante de un directorio que poco o nada de resultados positivos dejó en la administración de la U.
“Ella fue parte del directorio del club desde diciembre de 2016 hasta diciembre de 2022, o sea, estos últimos seis años. Ella considera que el período anterior al nuestro fue muy exitoso y fructífero y que deberían seguir haciéndose las cosas de la misma manera en que se hacían antes. Yo, como presidente e hincha de la U, no puedo estar de acuerdo con eso. En este sentido, tendremos siempre una diferencia en la forma de ver las cosas que es insalvable”, puntualizó.
De su otro antagonista, Laso, tampoco tiene la mejor de las impresiones. “Tengo una diferencia insalvable. Laso es hincha de Universidad Católica y yo soy hincha de Universidad de Chile. Esta diferencia es, en realidad, absolutamente insalvable”, dijo.
Respecto de su gestión al mando del club, Clark reconoce que desde su arribo a la institución no ha sido lo esperado debido a que “hubo errores” que marcaron el fracaso deportivo del equipo.
Los objetivos de la U
“Nunca hay que estar conforme con lo que uno hace. Siempre hay que buscar más, ir un paso más adelante. Me hubiese gustado que el año pasado, que es el primer año en que nuestros gerentes tomaron decisiones deportivas, los resultados del primer equipo masculino hubieran sido mejores. Pero sí me siento tranquilo con lo que hemos comenzado a hacer en estos primeros 18 meses en términos de ordenar la casa y sentar las bases que son necesarias para que el club tenga un desarrollo importante en los próximos años. Y estamos siempre atentos y dispuestos para aprender, de lo bueno y de lo malo”, argumenta, al paso que prefiere ser cauto al momento de prometer títulos con los azules.
“Este club siempre debe ser protagonista. Pero prometer títulos es vender humo. Ser protagonistas equivale a estar arriba en la tabla y aspirar a competencias internacionales. Tenemos un cuerpo técnico de lujo encabezado por Mauricio (Pellegrino) y un plantel bien reforzado. Confiamos en que este año será mucho mejor que el 2022″, concluye.