Nissan vive la recta final del proceso que terminará con el lanzamiento de la próxima generación del Qashqai y para eso comienza a equipar fuertemente a las plantas que producirán el SUV.
Una de ellas, la inglesa de Sunderland, recibió un ‘cariño’ grande con la implementación de una nueva línea de prensado extragrande, que pesa más de dos mil toneladas y que se demoró nada menos que 18 meses en instalarse.
La implementación de la unidad costó unos 52 millones de libras (más de 56 mil millones de pesos chilenos), lo que sale del presupuesto de inversión que tendrá la marca japonesa de unos 400 millones de la moneda británica, unos 431 mil millones de pesos chilenos.
“Cuando el primer Qashqai salió de la línea de producción en Sunderland en 2006, creó el segmento de los crossovers. Diseñado, fabricado y ensamblado en el Reino Unido, y más de tres millones de vehículos después, sigue siendo el punto de referencia”, declaró el director de Operaciones de Nissan, Ashwani Gupta.
Y para darle el inicio, el equipo que manejará la prensa firmó el primer panel, que fue un guardabarros del Juke, modelo que este mes cumple diez años desde que salió por primera vez desde la planta de Sunderland.