El facelift de la ASX de Mitsubishi centra sus principales atributos en tres aspectos: diseño, tecnología y seguridad. Para todos, la idea es la misma: ponerse a tono con lo que ofrece la marca en otros autos, como L200, y pagar una deuda que la misma marca reconoce en ciertos puntos, especialmente en los dos últimos.
Por el lado del diseño, el SUV se alinea con la mencionada pick up en cuanto a aspectos como el frontal. El concepto Dynamic Shield de la firma también renueva los faros delanteros y traseros, los parachoques y el capó, dando así una imagen más fresca.
En equipamiento y seguridad, la ASX incorpora cámara de retroceso de serie y refuerza sus airbags, ya que las dos versiones más avanzadas tendrán siete bolsas de aire, mientras que la versión de entrada tendrá dos.
Mayor espacio interior pese a mantener su largo (crece en ancho y alto, eso sí), 358 litros de capacidad del maletero, controles de tracción y estabilidad y anclajes Isofix son otros elementos destacados. A eso se debe sumar, en equipamiento, una pantalla touch de 8 pulgadas con conectividad a Android Auto y Apple CarPlay como elemento más destacado.
En cuanto a su motor, el SUV incorpora dos versiones. El de las dos primeras versiones es un propulsor 1.6 de 115 hp y 154 Nm con transmisión mecánica de cinco velocidades y tracción 4×2. En tanto, el bloque tope de línea es un 2.0 de 148 hp y 197 Nm con caja CVT y transmisión 4×4.
Con una expectativa de ventas de 50 unidades mensuales y disponible en cinco colores, el Mitsubishi ASX está a precios de lista de $13.490.000 para el GL 1.6, $14.490.000 para el GLS 1.6 y de $16.990.000 para el GLS 2.0.