En plena etapa de implementación se encuentra un innovador proyecto al interior de Grupo Disal, que nace de la prioridad que tiene la seguridad en la operación de los servicios medioambientales que prestan de Arica a Punta Arenas. El desafío fue desarrollar una barrera dura, que no dependiera del factor humano, y que reforzará las medidas que ya están establecidas en el protocolo de operación de los camiones que realizan el aseo de los sanitarios portátiles, específicamente en poner el vehículo en modo de bloqueo, para evitar que se desplace mientras el operador realiza el servicio.
Se trata de vehículos que pueden llegar a pesar 11 toneladas con su capacidad de carga completa y “es el único servicio dentro de la empresa donde el camión debe permanecer con el motor prendido para la operación de la bomba de succión. Por eso, tras realizar un mapeo de riesgos al interior de la compañía, se identificó como una prioridad buscar una forma en que la operación sólo se pudiera ejecutar previo a la validación del parámetro de seguridad”, explica Enzo Viveros, subgerente corporativo de Seguridad de Grupo Disal.
“Los fabricantes no incluyen medidas de seguridad más sofisticadas en los camiones pequeños y nos dimos cuenta de que no existía ninguna solución disponible en el mercado para este fin”, sostiene Cristián Urrejola, gerente de Mantenimiento, quien también está involucrado en el proyecto, que se denominó “Cuña”, haciendo alusión al tradicional elemento que se utiliza para asegurar los camiones mientras están detenidos o estacionados.
El equipo a cargo del proyecto desarrolló un sistema inédito llamado Bloqueo Inteligente, asociado al freno de mano. “A través de un sensor detecta la tensión o presión del freno de mano. Sólo cuando este parámetro llega a un grado óptimo, el sistema desbloquea el ‘toma fuerza’ que acciona la bomba succionadora. Por lo tanto, la operación no se puede realizar si el vehículo no está debidamente asegurado, reduciendo a cero la posibilidad de accidentabilidad debido a un posible olvido o un error humano”, asegura Viveros.
Desde la etapa conceptual hasta el inicio de la implementación han transcurrido tres meses, proceso que involucró una investigación del mercado, recurrir a varios proveedores, el desarrollo de un piloto que se sometió a pruebas, además de la elaboración y aprobación de un presupuesto. En total, el Proyecto Cuñas tiene una inversión de $130 millones, “y actualmente hemos implementado el Sistema de Bloqueo Inteligente en 30 camiones de nuestra flota y proyectamos completar el total de 120 vehículos a fines de septiembre”, indica Mauricio Vidal, jefe de área Ingeniería de Disal, quien también integra el equipo a cargo del Proyecto Cuña.
A la fecha, el sistema ha demostrado ser 100 por ciento efectivo. Según explica el subgerente corporativo de Seguridad Operacional, este desarrollo tecnológico responde al compromiso de la empresa con lograr el más alto cumplimiento de las normas de seguridad del trabajo, que ha llevado a Grupo Disal no sólo a desarrollar políticas y protocolos especiales, “sino también análisis de peligrosidad de cada servicio y del terreno, para que no haya ningún riesgo ni interrupción del trabajo, en beneficio directo de nuestros trabajadores y clientes”.