El fabricante Fiat Chrysler Automobiles (FCA) negó hoy las acusaciones de la Agencia de Protección Ambiental (EPA) de EE.UU. de que trucó unos 104.000 vehículos para engañar en pruebas de emisiones de motores.
En un comunicado, la compañía italo-estadounidense se declaró «decepcionada» por el anuncio de la EPA y manifestó su intención de «trabajar con la «Administración entrante» del presidente electo, Donald Trump para «resolver este asunto de forma justa».
FCA quiere «asegurar» a la Agencia de Protección Ambiental y a sus clientes que «los vehículos de la compañía con motores diésel cumplen todos los requerimientos reguladores pertinentes».
Previamente, la EPA informó en un comunicado de que ha enviado al grupo italo-estadounidense un «aviso» por «supuestas violaciones de la Ley de Aire Limpio por instalar y no revelar un software de tratamiento de motores».
La denuncia se refiere a los modelos 2014, 2015 y 2016 del todoterreno Jeep Grand Cherokee y la camioneta Dodge Ram 1500 con motores diésel de 3,0 litros «vendidos en Estados Unidos».
«Las alegación afectan a unos 104.000 vehículos», precisó el organismo regulador.
«No revelar un software que afecta a emisiones en el motor de un vehículo es una grave violación de la ley, que puede resultar en la contaminación nociva del aire que respiramos», subrayó la subdirectora de la Oficina de Cumplimiento de EPA, Cynthia Giles.
El anuncio de la EPA provocó una caída de las acciones de la empresa en Wall Street de más de un 13 por ciento, y se produjo un día después de que las autoridades estadounidenses impusieran una multa de 4.300 millones de dólares a Volkswagen por el escándalo de los motores diésel trucados del fabricante alemán.
La cotización de la acción de FCA también fue suspendida en la Bolsa de Milán temporalmente, tras conocerse el informe sobre la implicación del grupo en la manipulación de emisiones de vehículos. EFE
