1. Correa de distribución: La rotura de esta pieza es algo común pero no por eso menos grave. Esta pieza idealmente debería cambiarse entre los 60 mil y 160 mil kilómetro, no más que eso y en el caso de que el auto no se use cada 5 o 7 años. En el caso que esta se rompa dañará todo el motor ya que se empieza a desarmar y inevitablemente golpeará otras partes del motor del auto. El cambio de la correa es especialmente complejo y caro, por lo que hay que tener ojo con ello.
2. Sistema electrónico: Es el cerebro del auto, no solo controla el motor, sino que todas las funciones eléctricas de nuestro auto. Por ejemplo controla el sistema de frenos, del motor, sistema de dirección, de potencia, refrigeración y de combustible. La única forma de cuidar el sistema eléctrico es revisarlo de manera periódica y recomiendan cambiarlo cuando presenta reiteradas fallas.
3. Inyectores: Los inyectores suelen fallar con el paso del tiempo, y es muy importante su función, ya que de ellos depende cuanto combustible necesita el motor del auto. Utilizar bencina o petróleo de mala calidad o circular con la reserva del estanque disminuyen la vida útil de ellos.
4. Junta de la culata: La junta de la culata es una pieza muy delicada que requiere un gran trabajo de mano de obra al momento de dañarse, lo cual implica un alto costo de reparación. Esta pieza está hecha precisamente para que no se dañe el motor de tu auto, y permite que el líquido refrigerante no se mezcle con el aceite del motor. Una manera de cuidar esta pieza es no sobrecalentando el motor y que no falte refrigerante, además de que el termostato y el radiador funcionen bien.
5. Turbocompresor: Cada vez es más común autos con este sistema de turbocompresores, los que requieren cuidado, ya que bien mantenido podrían durar fácilmente 250.000 kilómetros. Entre los problemas que puede presentar el turbo están el desgaste del eje, un turbo que suena demasiado o fallo en la válvula de descarga. Un turbo nuevo puede costar entre $400.000 y $1.500.000 según autocasion.com